Capítulo 38

47 3 0
                                    

Allison.

Me ducho pensando en los acontecimientos sucecidos hace unos minutos en esa habitación. Es extraño como en tan poco tiempo, Alan me ha cambiado. Ahora soy más abierta y segura. Sino, no habríamos hecho lo que hicimos. Ya casi he acabado cuando escucho como se abre la puerta del baño y veo entrar a Alan. La mampara es totalmente transparente. Lo único que me libra de ser vista a la perfección, es el vapor.

-¿Q-qué haces aquí? -mi voz nerviosa me delata.

-¿Por qué te avergüenzas? Si ya he visto todo de ti.

Se empieza a reír maliciosamente. Odio que haga eso pero, a la vez, me encanta. Tiene mucha seguridad. Se sienta en el váter y se dispone a hablar.

-Oye... Mañana por la noche ya no te quiero en esta casa. Me quedo quieta intentando procesar lo que me acaba de decir. Ha sido como un cubo de agua fría. Me lo habían dicho pero no quise hacer caso. No quería creer que me dejaría en cuanto... ¡no! Las lágrimas recorren mis mejillas, pero intento no parecer afectada.

-Me...pasas una toalla.-inútil. Mi voz rota confirma mi estado de ánimo.

Me da la toalla y se va del baño. Me seco y me pongo el pijama que había traído antes. Salgo con los ojos rojos de llorar y el pelo todavía mojado. Pero me da igual.

-¡¿Por qué?! -le grito.

-¿Por qué, qué? -se gira y al verme se sorprende. Creo que no se esperaba que estuviera llorando. Aunque era lógico depués de todas las cosas bonitas que me dijo y que hizo por mí.

-¡¿Por qué me trataste así?! ¡Me dijiste que me querías como a nadie pero después me echas de tu casa! ¡Solo he sido un juguete sexual! -le suelto a pleno pulmón. Prácticamente me estoy desidratando por los ojos. Estoy llorando más que en toda mi vida.
Alan me dedica una sonrisa. Pero no es una sonrisa burlona, es una sonrisa cálida y reconfortante.
Se acerca a mí y me agarra los brazos delicadamente. Mis lá grimas paran y me quedo sorprendida. A continuación, lo único que hace, es apartarme el pelo mojado de la cara y darme un bonito beso en la cabeza. Le miro extrañada; no entiendo por qué ha hecho eso.

-Mi pequeña Al. Decía que no te quería más en esta casa porque mañana por la noche nos vamos a NUESTRA casa. -dice marcando bien la palabra "nuestra". En ese momento lo único que hago es agarrarme de su cuello y besarle. Es un beso muy intenso que hace que descargue toda la tristeza y la tensión.

-Pero yo... Pensaba que...

-Ains tonta. Yo jamás te haría algo así. Te lo dije antes. No te iba a utilizar. No me serviría de nada. Bueno solo para disfrutar de tu cuerpo -dice eso último acariciando mi cintura. -yo te quiero demasiado como para perderte de semejante manera. Estaría alejándote de mí a posta y quiero que, si me dejas, lo hagas porque cometí alguna gilipollez y me lo merezco. -se acerca y me besa.

-Yo nunca te dejaré. Soy así de idiota. Me enfadaré contigo y me iré pero al poco tiempo estaré de vuelta; eso si tú estás dispuesto a mejorar.

-Te quiero muchísimo. Lo sabes, ¿no? -me dice con una de sus preciosas sonrisas.

-Claro que lo sé, pero me gusta como lo dices.

-Te quiero.

-Te quiero.

Y tras esta extraña conversación nos vamos a dormir. Yo con el pelo todo empapado y él con el torso húmedo de abrazarme. Pronto nos quedamos dormidos. Alan abrazándome y yo apoyada en su pecho.

Alan.

Camino por una ciudad que no conozco. Pero camino solo. No está Al por ningún lado. ¿Dónde está? Intento buscarla pero no sé a dónde voy.

Whisper (Susurro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora