Healing [Pierre Gasly]

CAPITULO 5

Mi cabeza estaba dando vueltas. Poco a poco me dejé caer por la pared en la que había logrado apoyarme, por suerte nadie estaba cerca. Sentía como el aire me faltaba y mi corazón latía muy rápidamente, mis manos y piernas me temblaban y mi pecho dolía. Recordé lo que mi psicólogo me había enseñado: cerré mis ojos, intente controlar y relajar mis respiraciones y murmuraba algo que me había hecho bien últimamente, una canción, una historia, lo que sea para concentrarme en otra cosa.

Pasaron varios minutos largos hasta que logre calmarme, por suerte estaban corriendo la carrera, así que nadie me estaría buscando o se dio cuenta de mi ausencia. Me quedé recostada contra la pared aun con mis ojos cerrados y respirando profundo, mis manos aún temblaban, pero eso en algún momento se pasaría.

Saqué mi celular del bolsillo de mi campera y vi las últimas notificaciones. Sonreí a notar un nombre francés entre ellas y abrí el chat para ver que decía, agrandándome la sonrisa. Desde la primera vez que hablamos en Bakú ya habían pasado como 2 semanas y había conocido a una gran persona. Habíamos pasado varios días solos o con los demás disfrutando, nos hacíamos una gran compañía ambos mientras los chicos estaban con sus parejas algunas veces. Me sorprendía que Pierre siga soltero.

Antes de guardar mi celular vi la hora, si todo había salido bien estarían en las últimas 10 vueltas, así que lo mejor es que fuera devuelta rápido al garaje de Ferrari para que Carlos no se espantara por no verme ahí.

Me levanté con cuidado apoyándome en la pared por si mis piernas aún seguían débiles. Miré a mi alrededor, cuando el ataque empezó solo pensé en buscar un lugar solitario, así que no vi por donde iba, me encontraba entre 2 edificios cerca de la zona del estacionamiento. Decidí ir al motor home de Ferrari, ya que después de lo que había pasado no era lo mejor estar cerca del circuito y ver lo que quedaba de la carrera, además debía tomar mi medicación, se habían pasado un par de minutos de la hora que me tocaba.

Entre a la habitación de Carlos sin cerrar la puerta. Cuando encontré la medicación levanté mi mirada buscando la botella de agua que siempre llevaba conmigo, pero no estaba en ningún lado. Intenté repasar en mi mente que había hecho antes de la carrera y recordé que había estado hablando con Charles en su cuarto sobre algo del monoplaza. Suspire y salí de la habitación, abriendo la puerta frente a ella donde estaba el 16, busque con la mirada la botella y estaba en la mesa. Me acerqué para agarrarla mientras ponía la pastilla en mi boca y tome un trago.

-¿Quién eres y que haces aquí? Esto es una zona privada- escuché de repente detrás de mí asustándome. Me giré rápidamente y mis ojos se abrieron en grande a ver quien era. La persona frente a mí reacciono igual de asombrado -¿Ele?-

-¿Arthur?- él sonrió y rápidamente camino hacia mí abrazándome fuertemente. Tarde en reaccionar, mis brazos rodearon su cuello y escondí mi cara en su cuello. No sabía hasta ahora cuanto había extrañado al pequeño de los Leclerc. En 2015 debuté en F3 junto a Charles, ahí lo conocí y nos hicimos amigo presentándome a su familia y ahí conocí al pequeño Arthur que había hace menos de 2 años debutado en Karting. Verlo con la emoción y las ganas de correr me hicieron recordar como eran mis primeros años y aconseje con bastantes cosas a Arthur. Fui como una mentora.

-Te extrañé muchísimo- murmuro el pequeño, ahora no tan pequeño, Leclerc. Después de unos segundos nos separamos y ambos nos miramos sonriendo.

-Creciste muchísimo en este tiempo, aún me acuerdo cuando ni me llegabas a los hombros. Dije burlándome y el solo blanqueo los ojos riéndose -No esperaba verte aquí-

-Corrí una carrera ayer aquí- pensé en lo que había hecho ayer y recordaba algo de una carrera de la F3. Rápidamente, abrí mis ojos asombrada

-¡¿Estás en la fórmula 3?!- grité emocionada. Asintió riéndose y rápidamente lo abraza dando saltitos de felicidad. -No puedo creer que recién ahora nos veamos, estoy aquí desde la primera carrera de la temporada-

-Creo que Charles se olvidó de contármelo, lo voy a matar- Ambos decidimos sentarnos en la camilla que tenía Charles en su habitación. Charlamos un poco de todo, él me contó emocionado toda su trayectoria en el motor Sport y solo podía mirarlo orgullosa con una sonrisa.

También él me pregunto qué había pasado conmigo. No quería decirle ninguna mentira así que le intente explicar lo más fácil posible, él me escucho en todo momento atento a cada palabra que decía que llego a un punto donde solo miraba como mis manos jugaban mientras hablaba y evitaba que mi voz se quebrara por las ganas de llorar. Haber tenido el ataque antes de esto, no me estaba ayudando porque contarlo para mí no era tan doloroso como antes.

-Está bien Ele, entiendo todo lo que dijiste y me parece perfecta tu decisión- hablo unos segundos después de que terminara de contarle y con su mano separo las mías y entrelazo nuestros dedos acariciándome con su pulgar -¿La pastilla que tomaste es de eso?- asentí

-Antes de venir tuve un ataque de pánico- murmuré sin poder mirarlo, esperando un regaño.

-Entiendo, supongo que actúas así porque Carlos y Charles están pendientes y seguro en su modo protectores- asentí de vuelta

-En realidad... solo Carlos sabe de los ataques y mi tratamiento. Los demás solo saben lo que paso y porque me fui- sentí la mirada de él sobre mí, seguro estaba confundido.

-Supongo que eso es mejor antes de tener a esos 3 encima de ti todo el tiempo- sonreí y cruce mirado con el

-Gracias por entender-

-Gracias a ti por confiarme esa informacion y si tienes otro, llámame, enséñame como ayudarte. Por mí no recibirás ningún regaño, solo ayuda y apoyo. Además, no es lo mejor que esté sola en esos momentos-sonreí en grande y lo abracé agradeciéndolo. Le expliqué más o menos cómo funcionaba y él escuchó atento cada palabra.

De repente apareció Charles por la puerta de golpe y al vernos juntos su cara demostró alivio

-Aquí estás- dijo recuperando el aire -Te estábamos buscando por todos lados. Carlos te intento llamar, pero no respondías y nos preocupamos. Le avisaré que te encontre- vi como bajaba la mirada y sonreí -¿Interrumpí algo?- ambos bajamos la mirada viendo aun nuestras manos entrelazadas.

-Cállate Leclerc- blanqueé los ojos con una sonrisa en mis labios. Arthur se bajó de la camilla y fue hacia su hermano dándole un golpe juguetón

-No me dijiste que estaba aquí idiota- mientras ambos hermanos peleaban busque mi celular y al no encontrarlo golpee mi frente con una de mis manos. Lo había dejado en la habitación de Carlos al buscar la pastilla.

Mientras los hermanos seguían discutiendo, Carlos apareció por la puerta y al verme corrió a abrazarme diciéndome mil y un reproches por desaparecer. Detrás de él pude ver como Pierre miraba todo con una enorme sonrisa. Le murmuré ayuda y puse ojitos de perrito. Bajo la mirada, aun sonriendo, negando con la cabeza.

Rápidamente, entro a la habitación empujando a los hermanos, estiro su mano para agarrar la mía y me arrastro fuera de ahi.

-Estare con Pierre, avisenme cuando tengamos que irnos- les avise y cerre la puerta sin escuchar ninguna palabra que tenian para decir. Antes de que siguiera por el pasillo, tire de él a la habitación de Carlos, solté su mano y agarre mi mochila arrojándosela mientras agarraba las demás cosas mías que había por ahí como mi celular y cargadores.

Al girarme él tenía mi mochila en sus hombros y estaba apoyado en la pared sonriéndome mientras no despegaba su mirada de mí. Me acerqué pidiéndole mi mochila para llevarla yo, pero solo se negó.

-¿Tienes todo?- asentí y agarre su mano de vuelta para salir juntos de ahí. Vi como Pierre las miraba y me di cuenta lo que había hecho

-Perdón- dije y la solté para pasar por un lado de él y caminar pasillo abajo. Escuche como caminaba rápido detrás de mí y su mano se escabullo agarrando la mía entrelazando nuestros dedos

-No pidas perdón por algo que no hiciste mal- murmuro regalándome una sonrisa.

Sentí como mi corazón se aceleraba, mis mejillas se enrojecían y su perfume me envolvía calmándome. Una tímida sonrisa se escapó de mis labios.

"¿Qué me estás haciendo Pierre?"