CAPITULO 14

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POV PIERRE

Me quede un rato mas ahí junto a ella, abrazándola. Se la notaba cansada y no quería molestar su sueño, pero ya era tarde y necesitaba comer algo ya que no sabia si después de la pelea con Carlos había comido mientras estaba encerrada en su habitación.

Baje mi mirada viéndola ahí acurrucada en mi pecho, pero a mi pesar tocaba levantarla.

-Ele- dije suavecito acariciando su mejilla, ella se movió en sueños despertando poco a poco, apoyo su manos en mi pecho impulsándose para sentarse. Acaricie su suave pelo con una sonrisa -Perdón por despertarte pero hay que comer algo, seguro ayer no comiste nada-

-Tengo que ir a comprar que no hay nada- murmuro levantándose y caminando hacia la casa, camine detrás de ella

-No te preocupes ya compre todo yo- paró en seco y se giro asombrada

-No debiste Pierre, eres un invitado- sonreí negando y acorte el espacio, apoye mi mano en su hombro

-No te preocupes por nada- caminamos hacia la casa y mientras tanto la miraba, se notaba tan frágil. Caminaba con los hombros caídos, cansada y su andar lento. Mi sonrisa desapareció poco a poco y mordí mi labio preocupado.

¿Qué debía hacer?

Al entrar Elena se dirigió directamente a la cocina, la seguí y vi como empezaba a revisar todas las cosas que había traído, separando algunas sobre la isla. Me pare dudoso al lado de ella sin saber que decir, no quería agobiarla. No sabia como actuar sin empeorar mas todo, tampoco sabia bien que pasaba pero podía sospechar varias cosas que solo esperaba que no fueran reales. 

-¿Quieres que cocine yo?- murmure despacio con miedo a su reacción. 

-Yo puedo hacerlo- el tono de voz me obligo a no decir nada mas. Así que solo me senté en un taburete y me quede ahí junto a ella por si necesitaba algo. Antes de empezar puso música y aunque su expresiones se notaron mas calmadas, su expresión corporal seguía de la misma forma. Cada tanto ella me pedía algunas cosas que necesitaba que sin problema se las pasaba y prepare la mesa. 

Cuando la comida estuvo lista ambos nos sentamos en silencio. Note como jugaba bastante con la comida. Suspire frustrado pero aunque no supiera bien que hacer, haría lo que pensaba era lo mejor.

-Elena tienes que comer algo- 

-No tengo mucha hambre- acerque mi mano a la suya y la agarre dándole un leve apretón.

-Hazlo por mi, solo un par- ella me miro fijamente varios segundos, pero despues asintió y con su mano temblorosa comió un poco. No solté su mano, la acariciaba con mi pulgar dándole animas y demostrándole que ahí estaba para ella. De repente una alarma sonó, ella suspiro apagándola y yo la mire confundido.

-¿Podrías ir a buscar mis pastillas?- murmuro con la mirada baja

-¿Estas segura?- pregunte asegurándome de que era lo quería, ella solo asintió sin mirarme. Di un ultimo apretón a su mano y me levante de la mesa caminando hacia habitación.

Sentía como mis manos sudaban del nerviosismo, temblando agarre el picaporte de la puerta y la abrí para encontrarme con una oscura habitación. Prendí la luz y a paso lento camine a la mesa de luz, me quede parado frente a ella mirando el cajón y solté un ultimo suspiro antes de abrirlo, ahí estaban. Con cuidado estire mi mano y agarre dos botes de pastillas, curioso, pero con miedo leí la etiqueta y sentí mi corazón hundirse, pastillas para ataques de pánico y antidepresivos. Sentí mis ojos humedecerse, pero me negué a llorar.

Camine de regreso junto a ella, me senté colocando la silla mas cerca de lo que estaba y deje las pastillas frente a ella. Sin mirarme agarro su vaso de agua para tragar sin ningún problema la medicación para después levantar su mirada y conectar con la mía. Mire hacia otro lado queriendo evitar que ella viera mis ojos lloroso.

-Estoy medicada hace 3 años- hablo pasado unos segundos.

-Entonces lo que paso después de lo del periodista no fue un susto sin mas- afirme recordando y odiando el no haberme dado cuenta de lo que pasaba, ella asintió. Suspire frustrado.

-No te culpes de nada, aprendí a convivir con esto- negué rápidamente.

-No debería ser así- el enojo aumentaba dentro de mi

-Es lo que me toco vivir Pierre, es la pelea que la vida me dio- Gire de golpe para mirarla, ella ni se inmuto, su mirada estaba perdida en algún punto de la habitación.

-No es justo- murmure dolido

-La vida nunca es justa- dijo mirándome con sus ojos vacíos.

Nos quedamos varios minutos mirándonos fijamente, intentaba entender que pasaba por su cabeza, leer sus expresiones, algo, pero lo poco que había conocido de Elena estaba desapareciendo y me negaba a aceptar que eso sucediera.

-Iré a dormir- dijo llevándose su plato a la cocina para después desaparecer. Lagrimas cayeron por mis ojos y un sollozo escapo de mis labios, me desmorone justo ahí. No sabia que hacer, me sentía inútil. Estaba perdido. Hay varias cosas de su vida que no se y tampoco sabia si algún día me lo sabría, ahí me di cuenta lo poco que conocía de ella. 

Desahogue todo lo que sentía ahí, solo.

Cuando logre calmarme saque el celular de mi bolsillo buscando en las listas de contacto un nombre en si. Sabia que solo había pasado un día, pero si seguía esperando sabia que probablemente no volvería a ser ella. Cuando encontré el numero sin pensarlo dos veces aprete para llamar.

-Necesito pedirte algo- dije a escuchar que contestaban.

Se que había dicho que no haría nada que ella no quisiera, pero era peor de lo que pensaba y yo no sabia como ayudarla... aun.

Espero que no se moleste.

Healing [Pierre Gasly]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora