CAPITULO 12

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Poco a poco abrí los ojos con un dolor punzante en mi cabeza, me senté en mi cama con cuidado y mire por la ventana, el cielo ya estaba oscuro. Agarre mi celular que estaba en la mesita de luz y vi la hora, 3 de la mañana. Suspire dejándolo a un lado y me levante de mi cama.

No había salido en ningún momento, estuve todo el día encerrada llorando sin parar por lo que había pasado hasta caer dormida del cansancio. Sentía mis mejillas irritadas por las lagrimas y mis ojos hinchados. Sin pensarlo mucho fui al baño a paso lento a limpiar mi rostro, asustada mire a todo momento a la otra puerta de la habitación esperando que nadie entrara. Este baño lo compartía las dos habitaciones y sabia perfectamente quien estaba ahí.

Cuando termine volví a mi habitación agarrando un pequeño bolso y guardando todas mis cosas importante junto a algo de ropa. Necesitaba irme, por lo menos unos días. Lo peor que podía hacer ahora era irme como estaba por hacerlo pero no quería ver a nadie.

Revise que nada faltara, apague las luces y me encamine a la puerta de mi habitación en silencio absoluto para evitar que alguien se despertara, pero cuando abrí la puerta mi pie choco con algo que estaba en el piso. Baje la mirada confundida y logre ver en la oscuridad a Pierre sentado contra la pared, en una incomoda posición, durmiendo. Con lagrimas en los ojos, pensando en que estuvo todo el tiempo ahí esperándome, me agache junto a el y acaricie su pelo con cariño, una pequeña sonrisa escapo de mis labios.

-Mm ¿Ele?- murmuro ronco despertándose poco a poco, cuando cruzamos miradas abrió sus ojos en grande y me envolvió con sus brazos fuertemente sentándome en su regazo. Lo rodee con mis brazos y cerré los ojos descansando mi cabeza en su hombro escondiendo mi rostro en su cuello, oliendo el perfume que tanto anhelaba.

-Perdón que hayas tenido que ver eso- murmure contra su cuello avergonzada. Se separo un poco de mi y acuno mi rostro entre sus manos mirándome fijamente a los ojos.

-No tienes que pedir perdón cariño, fue comprensible lo que paso- sonrió un poquito y se acerco a mi para dejar un beso en mi frente para después volverme a abrazar.

-Seguro ya todos saben que paso- suspire -Carlos le habrá contado todo-

-Seré sincero si entendí varias cosas- cerré los ojos apretándolos para evitar las lagrimas salir y la tensión rodeo mi cuerpo -Pero no quiero que otro me cuente la historia completa- al escuchar eso solté un sollozo y me abrace fuertemente a él, sus manos viajaron por toda mi espalda acariciándola

-Gracias- dije con la voz entrecortada.

De repente Pierre se levanto obligándome a rodear su cintura con mis piernas y entro a mi habitación, pateando con cuidado a un costado el bolso que había armado. Se sentó en la cama apoyando su espalda en el respaldo de esta.

-¿Te ibas a ir?- murmuro con cierto tono de tristeza, me enderece alejándome de él y con mis manos jugué con la cruz que colgaba de su collar sin mirarlo, sus manos quedaron en mi cadera.

-Un movimiento muy cobarde ¿No crees?- intente bromear pero solo escuche como suspiraba

-No lo eres, nadie se queda como si nada después de una pelea como esa. Además de lo poco que se sufriste mucho y aquí sigues, frente a mi, luchando por ser feliz- sonreí triste por su palabras y asentí. Limpie con mis manos mis mejillas y conecte mirada con sus ojos

-Tienes razón-

-Creía que ya estábamos de acuerdo que siempre la tenia- reí y golpee juguetón su pecho, sentía como sus ojos no se separaban de mi rostro y una sonrisa estaba en sus labios. Vi la hora en mi celular

-Debo irme antes de que alguien se despierte- hice el intento de querer pararme pero él me freno apretando mis caderas con sus manos, confundida lo mire.

-Iré contigo- aseguro -solo déjame buscar mis cosas- intento levantarse junto a mi, pero negué rápidamente evitando que se moviera

-Para nada, estas aquí para disfrutar con tus amigos- rio como si hubiera contado un chiste

-Ele vine por ti- fruncí el ceño -Ya estuve en los días anteriores con ellos, si estoy aquí es por ti. Así que espérame antes de irte-asentí no muy segura, el fácilmente me empujo con cuidado a un lado dejándome sola en la cama sentada y desapareció por la puerta del baño. Me quede congelada pensando en lo que había dicho.

¿Era lo que yo creía que era? No, no puede ser.

Cuando Pierre ya tuvo las cosas agarre las mías y salimos de la casa con sumo cuidado. Sin pensarlo dos veces comencé mi camino.

-¿No es mejor ir en auto?- pregunto confundido mi acompañante, negué y volví mis pasos para agarrar su brazo y obligarlo a caminar conmigo.

-Eres atleta profesional, no te morirás por caminar. Además no esta muy lejos- caminamos un par de minutos en silencio, la playa a nuestra derecha era el mejor paisaje que podíamos tener. Poco a poco se asomo nuestro destino, una hermosa cabaña que mi familia nos la había regalado a mi hermano y a mi. Sonreí nostálgica, me pare frente a la entrada y suspire antes de girarme a ver a Pierre.

-Llegamos- murmure un poco triste. Con mis manos temblorosas abrí la puerta y entre viendo todo el lugar, estaba igual a como lo dejamos.

-Wow, esto es hermoso- Pierre camino por el lugar viendo cada detalle, yo fui hacia la cocina revisando la heladera y despensa, tendría que ir de compras cuando amanezca -¿Quien es él?- escuche decir desde el living, ahí estaba él parado frente a la chimenea donde varios cuadros de fotos descansaban.

-Mi hermano- murmure desde la puerta abrazándome a mi mismas

-No sabia que tienes un hermano-

-Tenia- corregí. Pierre se giro a mirarme y le regale una sonrisa triste -Murió en un accidente hace unos años-

-Ele...- hizo el intento de acercarse a mi, pero negué con la cabeza.

-No te preocupes. Mejor vamos a descansar- asintió aun mirándome preocupado. Ambos caminamos hasta el fondo del pasillo donde estaban ambas habitaciones, mire la puerta de la izquierda unos segundos y sin mas abrí la derecha entrando a mi habitación.

-Si quieres puedes dormir en la de al lado o aquí y yo me voy a otro lado- empecé a hablar nerviosa mientras caminaba sin parar.

-Ele- me llamo pero seguí murmurando -¡Ele!- agarro mis hombros y mire sus ojos callada -¿Que quieres tu?- sentí lagrimas acumularse en mis ojos y arme un puchero inconsciente.

-¿Puedes quedarte conmigo?- murmure con la voz entrecortada.

-Siempre-


Healing [Pierre Gasly]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora