CAPITULO 11

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El silencio en la casa era relajante, había despertado bastanteas temprano que los demás que seguían desmayados en sus habitaciones. Cuando me levante en silencio le deje a cada uno una botella de agua y alguna pastilla para la resaca y el posible dolor de cabeza con el que se levantarían. Mientras esperaba que aparecieran limpie todo lo que había quedado la noche, también un poco la casa, cocine el desayuno para todos y organice la mesa de afuera para comer ahí. Poco a poco fueron apareciendo como zombies por el pasillo, me saludaban y sin decir nada más iban a desayunar a la mesa.

Pierre fue el quinto en bajar, solo faltaban Carlos e Isa, estaba con el pelo mojado y otra ropa. Reí cuando se sentó frente a mí en el taburete de la isla, apoyando su cabeza en su brazo agotado. Al escucharme reír me miro indignado

-¿Te diviertes?- dijo con una voz muy grave

-Bastante- le regale una sonrisa y le alcance su desayuno -Ve a comer con los demás-

-Me quedaré a hacerte compañía- negué

-Ve, en un rato voy solo estoy esperando que bajen los demás- asintió y a paso lento y perezoso camino a la mesa juntos a sus amigos. A los minutos Isa bajo sonriendo, era la que mejor se veía de todos.

-Parece que a ti la resaca no te mato- ella rio con mi comentario y vi a los demás

-Eso parece- tomo un sorbo del café que le di -¿Y tú qué? Anoche desapareciste sin decir nada-

-Me fui a descansar y no quería cortarles la fiesta avisándoles- levante los hombros restándole importancia

-Pierre también desapareció- comento con la taza cerca de sus labios escondiendo una sonrisa coqueta -Y esta mañana lo vi salir de tu habitación-

-Solo fue a verme y estaba muy borracho para ir a su habitación, preferí no discutir y dejarlo-

-Interesante- comento con sus ojos mirando hacia fuera

-Isa no- la reté sabiendo lo que posiblemente pensaba

-Yo no dije nada, lo pensaste sola- rio y se levantó yendo con los demás. Blanquee los ojos con una sonrisa y negué.

Apoye mis codos en la encimera de la isla y suspire, mire hacia afuera como todos reían, seguro recordando cosas de ayer. Sonreí viendo a cada uno sintiendo que las cosas estaban mejorando, había pasado mucho tiempo hasta que pude volver a tener unas vacaciones así, con amigos.

Carlos apareció por la puerta repentinamente y lo recibí con una sonrisa

-Hey- saludo sentándose en el taburete, le alcancé un café para que tomara mientras le servía su desayuno -Ele- me llamo serio. Me quedé quieta en mi lugar dándole la espalda, suspire temblorosa, no preparaba para lo que se venía -Tenemos que hablar- (Español)

-No- dije seco. Me giré con el plato en mi mano y miré su mirada sorprendida a mi respuesta. Lo dejé frente a él -No hay nada que hablar Carlos- la sorpresa abandono su rostro y frunció el ceño enojado

-¿Como que no Elena? Deja de huir- hablo serio, bastante enojado, pero no deje que eso me tirara atrás. No iba a dejar que la gente me obligue a hacer cosas que no quiero.

-¿Por qué deberíamos hablar eso ahora? Estamos de vacaciones Carlos, además no te tiene que importar que digan mis médicos- ignore su mirada limpiando las cosas que había usado. Sabía que esto le molestaba, pero era mi forma de sobrellevar la situación sin llorar, no podía mirarle la cara ahora.

-¡Lo hago por ti, me preocupas!- negué con la cabeza y avance por la cocina queriendo irme de ahí -Siempre fuiste así, una cobarde egoísta que se fue sin decir nada y siempre tuve que estar detrás de ti- sus palabras me frenaron. Me giré lentamente mirándolo enfurecida.

-¿Cómo me llamaste?- se cruzó de brazos y levanto una ceja prepotente

-Escuchaste muy bien-

-¡¿Cómo te atreves a decirme eso?!- grite sin importar quienes me escucharan -¡¿Después de todo lo que paso eso crees de mí?! ¡No sabes ni la mitad de cosas que pase!

-¡No me cuentas nada!- grito más fuerte el aun, ninguno separo la mirada del otro, pero ambos sabíamos que los demás estaba ahí escuchando todo porque se alertaron por los gritos, pero ya nada me importaba.

-¡Lo hago por ti idiota!- lágrimas no paraban de caer por mis mejillas y la voz se me quebró

-Ele- Isa, que posiblemente era la única que entendía todo, intento acercarse pero la frene

-¿Quieres saber todo? Entonces te lo diré todo. Después de lo que paso me sumergí en la depresión y la ansiedad culpándome de todo, me aleje de todos porque odiaba ser una carga- camine hacia él lentamente -Intente suicidarme- los ojos de Carlos, se abrieron en grande, intento decir algo, pero hable antes -Sobredosis, varias veces y casi lo logro Carlos, pero ¿sabes qué? Sí, soy una cobarde. Soy una cobarde por no haber logrado hacerlo y seguir aquí haciéndoles la vida imposible. Mi familia me encontró y hablaron conmigo, por eso me fui, por ser una maldita egoísta y pensar en mí- bajo la mirada negando y vi lágrimas caer de sus ojos -¿Quieres saber qué paso ahora que fui? Empeore. Me aumentaron la medicación. Así que si Carlos, tienes la razón, soy una maldita cobarde y egoísta- dije con los dientes apretados. Acerque mi rostro lo que más podía hacia él. Todos se quedaron en silencio -Capaz no tendría que haber vuelto nunca-

Con la cara seria, la mandíbula apretada y mis mejillas empapadas miré a los demás. Sentí vergüenza de lo que habían visto, todos estaban en shock con lágrimas y me miraban con una repulsiva pena. Mire a cada uno en los ojos unos segundos, pero cuando cruce con esos ojos celestes me desborde.

Si había alguna posibilidad de algo, todo se había ido a la mierda.

Pierre estiró su mano y rogó con sus ojos para que la agarrara, solo pude negar y sentí un nudo en mi garganta. Me fui a mi habitación corriendo, ahogándome en llanto.

Había arruinado todo.



POV PIERRE

Vi como desaparecía escaleras arriba y me sentí caer. Su mirada rota sobre la mía me destruyo. Verla tan rota, más de lo que pensaba que estaba, me asusto. Sentí una necesidad enorme de ir a abrazarla y estar con ella. Lágrimas caían por mis ojos y tenía un nudo en mi garganta. Aunque no sabía mucho español había logrado enterarme varias cosas

-Mierda, mierda, mierda- dijo Carlos enfurecido mientras golpeaba la mesada, Isa se acercó agarrándole las manos para que dejara de hacerse daño.

-¿Qué mierda acaba de pasar?- hablo Charles un poco enojado mirando a Carlos -Explícate todo eso y dime que no es lo que creo-

-Chicos no creo que sea el momento- Isa hablo suave

-Oh por favor, también nos preocupamos por ella y eso no fue una tontería- dijo Landó.

Estuvieron todos intentando entender lo que Elena había dicho, preguntándole a Carlos e Isa todo para enterarse. Sentía mi sangre hervir

-¿Saben qué?- hable serio con mis brazos cruzados -Mientras ustedes hablan y cuchichean del tema como si nada, a mí solo me importa ella y solo sabré que paso cuando ella quiera contármelo, por qué nadie más tiene el derecho- bajaron la mirada avergonzados y sin más me fui de ahí subiendo escaleras arriba.

Al llegar a la puerta de la habitación solo escuché sus llantos. Mi corazón se estrujó y la impotencia de no saber qué hacer en estos momentos me molesto. Así que sin más me senté con cuidado apoyando mi espalda en la pared, a un lado de la puerta. Me quedaría ahí esperando hasta que ella saliera y si quería hablar con alguien ahí estaré para ella.

Solo quiero cuidarla y volver a hacer esos ojitos brillar.

Healing [Pierre Gasly]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora