CAPITULO 37

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La luz que entraba por la ventana ilumino toda la habitación, me moví buscando una mejor posición para volver a dormir. Moví mi brazo por el colchón y no sentí a nadie a mi lado.

Seguro se había ido a entrenar con Pyry

Agarre su almohada que estaba junto a mí y la abrace hundiendo mi cabeza en ella respirando profundo su perfume, una sonrisa apareció en mis labios y poco a poco sentí como volví a caer dormida.

Me desperté un par de horas después al escuchar la puerta del departamento cerrarse, abrí los ojos poco a poco y aún seguía abrazada a la almohada

La puerta de la habitación se abrió despacio y Pierre entro en silencio, sonreí al ver que lo hacía pensando que seguía durmiendo. Entrecerré los ojos para que pensara que seguía siendo así, escuche que caminaba hacia mí y dejo un beso largo en mi sien, controle la sonrisa que quería aparecer en mis labios.

Cuando escuche que se alejaba, y entraba al baño de la habitación, me levante en silencio de la cama y en puntitas de pie camine hacia el.

Llegué a la puerta vi como prendía la ducha y se sacaba la remera. Mordí mi labio viendo su musculosa espalda y caminé hacia el abrazándolo por la cintura, apoyando mi cabeza en ella.

- ¿Te desperté?- me pregunto acariciando mis manos

-Para nada- se giró y agarro mi cara dándome un pequeño beso en los labios -¿Cómo fue el entrenamiento? -

-Agotador- con mis dedos acaricie su espalda

-Báñate y te daré un masaje- Le di otro beso y me separe de él para salir de ahí, pero agarro mis manos y me volvió a pegar a él

-Ven conmigo- murmuro cerca de mis labios y me beso lentamente, mariposas aparecieron en mi estómago.

Mis manos fueron al elástico de su pantalón y lo acerque lo más que podía hacia mí, sonrió entre el beso. Sus manos agarraron la remera de él que usaba para dormir, la saco dejándome solo en bragas y tiro la remera a un lado. Una de sus manos se enredó en mi cabello, y con la otra, agarro mi cuello.

Sin parar de besarnos le ayude a sacarse pantalón y él mis bragas, dejándome totalmente desnuda. Era la primera vez que llegábamos tan lejos.

Sus manos pasaron por todo mi cuerpo acariciándome, hasta llegar a mis muslos y salte enredando mis piernas en su cintura. Nos metió a la ducha pegando mi espalda contra la pared, ambos debajo de la lluvia artificial, y sus labios abandonaron los míos haciendo un camine de besos por todo mi cuello hasta llegar a mis pechos.

-Pierre no tenemos protección- le dije aguantando las ganas de gemir, por sentir sus besos y lengua en mí.

-Tienes razón- paro lo que estaba haciendo, me miro conectando nuestros ojos y me acuno el rostro entre sus manos besándome una última vez

Nos duchamos juntos, me tape con la toalla, camine hacia el vestuario a buscar ropa cómoda para cambiarme y agarre una crema. Volví a la habitación, Pierre estaba acostado boca abajo en la cama solo en calzoncillos y sus ojos cerrados. Me senté junto a él y masajeé todos sus músculos tensos por las últimas carreras y el trabajo físico. Note como su respiración se calmaba poco a poco y se dormía. Limpie mis manos con la toalla que había traído, mire su rostro tranquilo y sonreí acariciando su cabello.

Realmente me había enamorado de este chico.

Le di varios besos pequeños en su mejilla y me fui de la habitación, cerrando la puerta tras de mí, hacia la cocina a preparar el almuerzo.

También cerré la puerta del pasillo para evitar cualquier ruido que haga le moleste. Miré la habitación a mi alrededor y recuerdos de la primera vez que estuve aquí me inundaron. Con una sonrisa, que parecía no irse de mi rostro desde hace meses, mire la decoración de Pierre, sus trofeos, la colección de cascos. Pero una fotografía que descansaba en la mesita junto al sofá llamo mi atención. Curiosa me acerque y agarre el marco.

Era una fotografía donde Pierre me abrazaba por la cintura y ambos reíamos a carcajadas, recordaba perfectamente ese momento. Cuando fue el gran premio de Barcelona salimos a comer y bailar junto a Carlos, Charles, Lando y sus novias. Había sido una grandiosa noche.

Dejé el marco con cuidado en su lugar, puse música en la televisión con mi celular, no muy fuerte, y fui a la cocina para prepararme leche con chocolate caliente, no era muy fanática del café y Pierre decidió comprar chocolate solo por mí. Junto a mi taza mire alrededor de los muebles y a la heladera pensando que cocinar y prepare todo lo que necesitaba sobre la mesada.

Cocinar era algo que disfrutaba tanto como la comida casera.

En varias carreras estuve junto a los padres de Pierre, la primera vez que nos vimos estaba muy nerviosa por las miradas en el hospital.

Como lo había pensado ella cuando me vio en el hospital si sabía lo que había pasado y reto a su hijo por lo que dijo, por eso me miro así, no sabía porque estaba ahí después de todo. Estuve en varios lugares junto a toda su familia, hasta pasamos unas semanas en su casa familiar en Ruan y realmente había disfrutado ese tiempo juntos, el también conoció a mis padres y lo aceptaron con gusto en casa.

Mientras el almuerzo estaban en el horno y prepare el postre cantando al ritmo de las canciones que pasaban. La puerta del pasillo se abrió llamando mi atención y de ahí apareció el francés con los ojos casi cerrados del cansancio y camino lentamente hacia mí.

- ¿Buena siesta?- no dijo nada. Camino hacia mi abrazándome por la cintura y apoyando su cabeza en mi hombro mirando lo que así -Lo tomare como un si-

-Mm- le acerque a cuchara con un poco de mezcla del relleno y sin pensarlo lo probo -Que delicia- su voz ronca causo un escalofrió en mí, me balancee al ritmo de la música moviéndonos a ambos -Tengo una sorpresa para ti- curiosa lo mire

- ¿Qué es? -

-Es una sorpresa, iremos a un lugar a la tarde, casi noche- lo mire con los ojos entrecerrados sospechando -No te diré nada- se alejó de mi robándome una galleta y se sentó en el taburete del frente

- ¿Nada de nada? - dije con un puchero en mis labios y ojos de cachorritos

-No me hagas esa mirada, esta vez no caeré en tu juego cariño- el apodo calentó mi corazón, mis mejillas se enrojecieron y una sonrisa apareció en mis labios y mire hacia abajo siguiendo lo que estaba viendo, escondiendo mi rostro enrojecido -Solo diré que prepares un pequeño bolso y espero que te encante- estiro su mano buscando la mía

-Tú me encantas- agarre su mano y entrelace nuestros dedos -Así que cualquier cosas que hagas también- sonrió dejando un beso en mi mano.

Healing [Pierre Gasly]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora