12: La primera de muchas

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No me describiría como una persona soñadora, pero después del lindo momento que pasé con Adora ayer, es inevitable para mi mente tener toda clase de pensamientos con la hermosa rubia.

Yo sé que nuestro camino juntas no será perfecto, pero estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para tenerla a mi lado.

—Buenos días Adora —saludo animadamente a la chica que duerme dándome la espalda.

Pero ella no me responde. Seguro sigue durmiendo así que no insisto, aún es temprano, quizás yo también debería volver a dormir.

Lo intento, pero mi mente empieza a pensar en todo aquello que deseo hacer con Adora: Caminar juntas de la mano, tener muchas citas en diferentes lugares, que conozca a mis amigas, presentarla a mis padres como mi novia... Aunque bueno para eso ultimo tendré que pedirle que sea mi novia primero, pero todo a su tiempo.

Mi mente inquieta y mis ganas de pasar tiempo con Adora me llevan a levantarme para rodear la cama de mi rubia con el fin de despertarla. Entonces cuando me paro frente a ella lo noto: Sus ojos llorosos y su expresión triste, totalmente abatida.

—¿Qué sucede cariño? —Le pregunto totalmente preocupada mientras me arrodillo a un lado de su cama.

Con rapidez Adora usa sus manos hechas puños para deshacerse de sus lágrimas a la vez que sorbe su nariz.

—No pasa nada, bonita —me responde con la voz bajita e intentando darme una sonrisa.

—Vamos Adora —le digo limpiando el resto de las lágrimas de su precioso rostro—, sabes que puedes ser honesta conmigo.

Mi rubia intentaba calmar su respiración cuando lo logra me mira a los ojos y abre la boca para decirme:

—Vamos a nuestro lugar.

Asiento y sin más me levanto y ambas nos preparamos en silencio. Al salir de la habitación me parece que todos siguen durmiendo así que solo le envío un mensaje a mamá avisándole que salimos.

Sin más emprendemos camino hacia el faro. Parece ser que Adora no tiene prisa porque seguimos de largo al pasar por el puesto de bicicletas. Durante todo el camino permanece callada y con la mirada en el suelo, yo solo camino a su lado preguntándome que fue lo que sucedió y como puedo cambiar esa expresión triste por una sonrisa.

Cuando ya estamos en lo alto del faro sentadas sobre la manta tal como ayer, Adora empieza a hablar mirando hacia al cielo.

—¿Recuerdas que hace días tuve una pesadilla y llamaba a alguien entre sueños?

Ella me mira por un pequeño momento, su expresión ya no es tan triste ahora simplemente parece seria.

—Sí, llamabas a una tal Sara —le digo con lentitud como tanteando lo que estoy diciendo, hacerla llorar con mis palabras es lo último que quiero.

—Ella fue mi primer amor, todo esto pasó cuando teníamos 16 años. Nos conocimos por mensaje primero y luego en persona —me empieza a contar—, mis amigos me cubrían con mis padres para poder vernos de vez en cuando. Ella es una chica maravillosa y gracias a ella en parte tomé el valor para salir del closet con mis padres.

Mi cabeza intenta captar toda la nueva información, pero no dejo de mirar a Adora mientras me cuenta todo esto. Aunque la historia va bien por el momento, me asusta le desenlace.

—Quizás eso es una de las pocas cosas de las que me arrepiento en la vida, salir del closet con mis padres —dice con un tono algo amargo—. Mis padres revisaron mi computadora, mi teléfono, mis redes sociales, e inevitablemente encontraron mis mensajes con Sara. Nos quitaron el internet, los videojuegos y los celulares, cero permisos ni salidas. Mis hermanos me odiaron. No sé cómo Emma se enteró de todo, pero era l más enojada, así que ella en especial hacia toda clase de comentarios hirientes hacia mí por mi orientación sexual. Además perdí cualquier tipo de contacto con Sara. Sentía que mi vida se iba acabar.

De vacaciones con mi crush [Catradora AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora