14: No estás sola

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Abro lentamente los ojos para toparme con una desolada imagen: La cama al lado de la mía totalmente vacía, las sábanas perfectamente dobladas, la ausencia de mi querida rubia.

No sabía que se irán sin despedirse, aun así, saber que seguro nos veremos otra vez tarde o temprano me reconforma considerablemente.

Una hora después, cuando ya todos están despiertos, hacemos las maletas y ordenamos un poco la casa para irnos. El camino es tranquilo, un aire de cierta tristeza y nostalgia envuelve el ambiente: Nuestras vacaciones en la playa se han acabo y todos estamos conscientes de eso.

Paramos en el camino para desayunar algo y aprovecho para encender mi teléfono de una vez por todas. Diversas notificaciones y mensajes llegan, pero ninguno es de la persona de la que tanto deseo saber.

Papá también está aprovechando para revisar su teléfono así que me atrevo a preguntarle:

—Papá ¿Sabes algo de los Grayskull?

Él me mira con una disimulada sonrisa.

—No, le diré a John que me avise cuando lleguen —me dice con tranquilidad—. Te aviso cuando responda.

—Gracias papá —le digo con una pequeña sonrisa.

Después del desayuno el ánimo sube considerablemente. Durante el resto del viaje en carretera comentamos sobre momentos de las vacaciones y lo bien que lo pasamos. Sin poder evitarlo menciono el nombre de Adora más de un par de veces, pero nadie le pone especial atención a ese hecho.

Mis hermanos convencen a mis padres de ir a almorzar pizza, pero primero pasaremos a casa para ducharnos y dejar las maletas. Un par de horas son más que suficientes para llegar a la ciudad. Mi papá aun no me da dicho nada de los Grayskull, pero esperaré a que estemos en la pizzería para preguntarle.

Cargando mi maleta subo lo más rápido que puedo a mi habitación. Al abrir la puerta y entrar siento que luego de dos semanas es extraño volver, aunque cada cosa está en su justo lugar nada se siente igual. Quizás es porque no soy la misma Catra que se fue, bastantes cosas han cambiado desde hace 14 días: básicamente acepte que me gusta una linda chica rubia inteligente, amable y de bonitos ojos azules y ahora simplemente quiero ver a hacia donde nos llevan nuestros sinceros sentimientos.

De repente algo golpea contra mi ventana ganándose mi atención y borrándome esa sonrisa que sin darme cuenta se había formado en mi rostro.

Al asomarme veo algo que me hace preocuparme instantáneamente: Adora con el rostro rojo, seguramente debido al llanto, su mochila en la espalda y su mano aferrada a la manija de una pequeña maleta.

Abro la ventana rápidamente para asomarme, simplemente miro a Adora y antes de que pueda hablar ella me dice:

—Catra. —Incluso si está hablando relativamente alto su voz suena como un murmullo.

No espero ni un segundo más y corro hasta llegar al jardín trasero.

—¿Qué pasó? —Le pregunto preocupada.

Adora suelta su maleta y me abraza con fuerza, solo un par de segundos son suficientes para sentir sus lágrimas sobre mi camiseta y escuchar sus sollozos. Siento mi corazón apretarse en mi pecho, verla llorar me parte el alma.

—No sé qué pasó, pero todo estará bien cariño, no estás sola —le digo dulcemente mientras acaricio su espalda.

Adora sigue llorando en mi hombro por largo rato sin decirme nada, necesito saber porque está así, que pasó, todo, pero sé que necesita desahogarse y que mis preguntas pueden esperar.

De vacaciones con mi crush [Catradora AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora