Parte 4

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Tanda está enamorada---anuncio Hialpeca viendo a su marido

¿Es digno?----preguntó Saba Tamac, arrellanándose en sus cojines, dándole gracias internamente a los dioses por resolver en parte los problemas. Sea quien fuese daría su consentimiento.

--Es un genuino guerrero chibcha. Hijo de caciques de la región de Tolima, muy fuerte y apuesto. Te dará magníficos nietos . Mejor aún, no tendrás problemas con los países vecinos, pues es la misma princesa quien se está pronunciando.

Saba Tamac se incorporó nuevamente de los cojines, casi adivinando el personaje, mientras una sonrisa salía del fondo de sus labios. Con razón lo había retado en el concejo de tribus.

¿Es....?

Hijo del Cóndor ---le corroboró su mujer.

--¡Uhmm¡. Con razón. .Se le salió en el consejo de tribus.  No les voy a dar tiempo de nada, celebraremos esa boda inmediatamente.--- dijo tranquilizado el Rey.

Capítulo 2

Los guerreros estaban junto a su fogata. La cacería había sido buena. Pieles de oso frontino, varias boas para asar, abundante pesca. Compartían una roja y caliente infusión de rosas, endulzada con miel de abejas sacada de nidos de Samanes, perfecta para relajar el espíritu.

Hijo del Cóndor compartía con sus súbditos, riéndose y comentando los hechos de la cacería; se remendaban unos con otros y celebraban alegremente. Median fuerza entre ellos. Hijo del Cóndor azuzaba a un joven guerrero a que probara fuerzas con Triple Feo, uno de los guerreros más fuertes de su camada.

Un mayor del ejército Inca hizo su aparición. Su deslumbrante armadura de oro indicaba que era uno de los destacamentos sagrados que cuidaban al mismo Inca Sol y que en muestra de hermandad habían sido prestados a Saba Tamac.

--El gran Sol Saba Tamac te ordena presentarse en palacio---le explicó el Oficial, hablando de acuerdo al protocolo Inca.

Todos los hombres quedaron en silencio, paralizados por aquella ofensa. Se veía que Saba Tamac no guardaba las apariencias en su servilismo.

--Dile al gran sol Saba Tamac---contestó en tono de burla Hijo del Cóndor-----que me honra en --llamarme. Por tu misma boca dile que le obedezco y le obedezco. Pero igualmente dile que cuando me mande a llamar que sea con un ser humano, de mi mismo pueblo.

--Así lo haré---contesto el otro, viéndole de cara a cara, sin bajarle la vista y retirándose, no sin antes hacer un gesto de desprecio al voltearse, sin despedirse.

Los guerreros comenzaron a comentar en voz baja, la cual fue incrementándose a medida que se incorporaban argumentos contra Saba Tamac.

Hijo del Cóndor levantó su mano ordenando silencio. Luego habló para todos, mirando el suelo, ocultando su vergüenza.

---El que comente algo contra mi padre hermano nuestro Saba Tamac, encontrara la muerte con mis propias manos.-- Dijo terminantemente el avergonzado Cacique.

Los guerreros se callaron en el acto.

Unos momentos después, Hijo del Cóndor estaba completamente solo, sentado en el patio común, delante de sus tiendas. De esa forma sus guerreros le demostraban su desacuerdo con la presencia de los Incas. Pero el joven no podía tolerar ni una palabra contra su dueño y señor. Solamente él y en muy pocas oportunidades.



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