Parte 5

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Tianahuaco

Tianahuaco

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había muerto muchas lunas atrás; el frió de la puna golpeaba las murallas de las ruinas y nadie pernoctaba en ella. De día un solemne silencio era omnipresente; de noche, nadie, ni por todo el oro del mundo, dormiría allí.

En el medio de las ruinas del laboratorio astronómico de piedra, un hombre con su torso desnudo contemplaba las llamas. Inmune al inclemente frió, estaba parado en perfecta concentración, dispuesto a recibir las voces de su dios y dios padre.

La presencia bien pronto se manifestó a sus espaldas. Ni siquiera él con sus conocimientos se atrevería a dirigirle su mirada. Aquella presencia a medida que se acercaba cambiaba de formas; era un dragón de cuatro patas, que se diluía en el suelo, para transformarse en un león, un niño o formas sin formas, diluyéndose en mil sinuosas sombras y haciéndole sentir una quemante Presión sobre sus espaldas.

Tienes una misión hijo mío—dijeron las mil voces retumbantes a su espalda; mientras miraba las llamas en obediencia perfecta.-Será muy difícil, por eso te he llamado. Tendrás que vivir mayoritariamente en tu cuerpo físico y como tal te comportaras en toda su extensión. Es posible que obtengas lo que tanto has deseado. Escúchame.--- dijeron las mil y una voces

El hombre entendió. Sería nuevamente un mentor, un guia fisico encarnado.

Será algo especial—le aclaró el Dios Viracocha.




VII

En Cuzco, en el salón real, el gran Inca

En Cuzco, en el salón real, el gran Inca

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estaba en su trono giratorio. Durante el día, mientras se mantenía sentado en el pináculo de la pirámide truncada, donde tenía colocada una silla giratoria, que giraba en ángulos precisos.

En ese momento el gran Inca la tenía aproximadamente perpendicular al norte; indicando que el gran sol se estaba dando un masaje electromagnético a su corazón. El hombre se mantenía con los pies descalzos, en forma de V y sus manos convenientemente colocadas en sus muslos. Estaba absolutamente hierático y miraba con atención a su embajador.

XIXATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora