Ella, una chica que alguna vez irradiaba alegría, se encontraba ahora perdida en las sombras de su propio mundo.
Día tras día, el amor que solía colmar su corazón comenzaba a esfumarse, como hojas llevadas por el viento, dejando detrás un vacío abrumador que no podía explicar con palabras.
Había entrado en este oscuro laberinto sin darse cuenta, sin advertencia alguna. Las razones que la habían llevado a este punto parecían un enigma insondable, atrapada en la monotonía y las dudas, luchaba por encontrar la chispa que alguna vez iluminó su vida.
A pesar de la desolación, mantenía una llama interior, un anhelo intenso de escapar de la penumbra que la rodeaba.
Aunque el camino hacia afuera se le antojaba incierto, esta determinación crecía día a día, como una flor frágil pero persistente que busca la luz.
Deseaba recuperar la sonrisa que había perdido, volver a sentir el amor en todas sus formas, pero se dio cuenta de que primero debía encontrar el camino hacia su propio corazón.
Las respuestas estaban allí, en algún rincón oculto de su ser, sabía que encontraría fuerzas para salir adelante, aunque no sabía exactamente cómo.
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52 SEMANAS CON UNA MUJER "ROTA" / Nueva versión en proceso
PoesieLas personas rotas, rompen personas.