Tan delicada al caminar, suele hablar casi susurrando, siempre con una media sonrisa dibujada en su rostro. La suelo ver leyendo, adoro ver cómo se sumerge en las páginas de ese libro que carga consigo. A menudo captura fotografías de la naturaleza. Se desplaza con precaución, pero no deja de avanzar. Cuando llama mucho la atención, se muestra nerviosa ante los demás.
Cuida de sí misma y ha aprendido a ser independiente, porque no le gusta pedir ayuda. A veces se cuestiona por qué desea encontrar el amor, pero se pregunta cómo lo encontrará si evita las conversaciones largas. Es tan hermosa, tan frágil y, a la vez, tan fuerte. Ama pasar tiempo consigo misma.
Tiene amistades que atesora en su corazón y disfruta de la compañía de las personas que quiere. Sin embargo, odia las despedidas. A menudo se siente invisible, pero eso no le molesta. Aún no se ha dado cuenta de lo visible que es, al menos para mí.
Cuando toca la puerta, lo hace con suavidad y luego entra en silencio. Abre la puerta despacio al marcharse, dejando el aroma de su perfume. Es una flor tan preciosa en medio de un jardín tan poblado. Al verla, me pregunto: ¿Quién es ella?
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52 SEMANAS CON UNA MUJER "ROTA" / Nueva versión en proceso
PoesíaLas personas rotas, rompen personas.