Ella camina con una elegancia natural, como si la gracia misma la acompañara a cada paso, su presencia es magnética, atrayendo miradas y suspiros de admiración.
En el rincón más íntimo de la vida, existe una chica cuya belleza es un enigma que despierta emociones indescriptibles, su rostro es un lienzo, una obra maestra creada con pinceladas de perfección.
Sus ojos, dos luceros en la noche, brillan con un misterio profundo, como si guardaran secretos que solo los valientes podrían descifrar.
La curva de sus labios, una invitación al deseo, revela una sonrisa que desafia las convenciones, es directa en su expresión, no teme decir lo que piensa, y esa valentía es tan atractiva como sus rasgos.
Su voz, como un susurro de las hojas en el viento, es música para los oídos, y sus palabras, un torrente de sinceridad que despierta la curiosidad.
Pero, a pesar de su belleza evidente, su misterio la envuelve como un velo sutil, es como un libro cuyas páginas están esperando ser descubiertas, y cada capítulo promete una nueva sorpresa.
En silencio, la observo desde la distancia, idealizando que la conozco, pero, en el fondo, deseo tener la oportunidad de hablarle, de preguntarle quién es en realidad.
¿Qué historias esconde tras esos ojos centelleantes?
¿Qué pensamientos y sueños acaricia en la penumbra de la noche?
¿Por qué es tan hermosa, tanto por dentro como por fuera?
La curiosidad me consume, y mientras sigo siendo un espectador en las sombras, siento que en algún momento el destino podría guiarme hacia ella.
Entonces, quizás, tenga la valentía de acercarme y preguntarle: ¿Quién eres? ¿Y por qué eres tan hermosa?
Porque, en el fondo, sé que su belleza va más allá de lo físico; es la belleza de su alma, de su autenticidad, la que me atrae de manera irresistible.
Su reir es discreto, su mirar es coqueto
y su LOCURA una delicia.
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52 SEMANAS CON UNA MUJER "ROTA" / Nueva versión en proceso
PoesíaLas personas rotas, rompen personas.
