—Te dejo por boludo. —El más alto nos separó.
—Bueno, no hacia falta que me lo recuerdes, forro. —Rodri se cruzó de brazos ofendido.
—Disculpa. —Pasó un brazo sobre mis hombros y me acercó a él.
Su perfume invadió mis fosas nasales.
Fruncí el ceño confundida mirándolo a él y a Rodri intercaladamente.
Me separó de mi nuevo meju.
Tomás se dio cuenta de eso y esta vez él me separó de los dos.
—Ojito con mi hermana. —Los señaló amenazadoramente.
—Que te haces pelotudo, yo la conocí primero. —Ivan hizo montoncito con la mano.
—Bue wacho, ¿que te pasa? —Rodrigo lo empujó.
—Uh loco. —Tomás los golpeó.
—Arrancamos wacho —el enano cambio de tema.
—Dale, hoy se pica. —Ivan fue a buscar sus cosas.
Pedimos un uber porque los pajeros no quieren caminar.
—No viene más wacho —me quejé pegada al cuerpo de Ivan por el frío.
—Ya va a llegar. —Me acarició el pelo.
—Tene paciencia nena —dijo Tomás.
—Pero que se apure. —Rodri dio saltitos quejándose.
—Uno peor que el otro. —Ivan bufó.
—Bueno loco, si queres me voy a mi casa. —Levanté mi cabeza para mirarlo.
—No no, quédate. —Me abrazo más fuerte.
—Bueno —balbucee con los cachetes aplastados por su pecho.
—¡Ahí viene! —dijo feliz Rodrigo.
Ivan, Tomás y yo nos sentamos atrás, mientras que Rodri adelante.
Cuando llegamos nos bajamos y entramos, ahí me empecé a arrepentir al ver toda la gente que hay. Y más cuando una piba se le pegó a Ivan desde que llegamos, sin dejarme hablar con él.
Bufé enojada mirando para todos lados a ver si encontraba a uno de los chicos que me presentó Ivan hoy.
No soporto más la voz irritante de la pelirroja.
Sentí como me empujó para que me alejé de Ivan.
—Ya esta flaca, déjalo tranquilo. —Fruncí el ceño enojada.
—¿Y vos sos? —Levantó una de sus arqueadas cejas mirándome de arriba a abajo.
¿Y yo soy...?
No sé si puedo considerarme la amiga de Ivan en tan poco tiempo.
Desvíe mi mirada hasta él. No hace nada para sacarsela de encima. ¿Por qué me estoy metiendo?
Ni siquiera se metió como para decir "es mi amiga".
Rodé los ojos y di media vuelta para comenzar a irme.
Este no es mi ambiente. Hubiera preferido quedarme previando con los pibes y pasándola piola, no estar acá rodeada de personas alcoholizadas que ni juno.
—Permiso —medio grité para que me dejen pasar.
—¡Eu, Sofi! Espérame —escuché que gritó Ivan a mis espaldas.
Lo ignoré y seguí caminando, hasta que su mano agarró mi brazo y me lo impidió.
—¿Qué querés? —Di media vuelta para encararlo.
—¿Te pasa algo? —Analizó mi rostro.
—No, nada, perdón por molestarte. —Intenté safarme de su agarre.
—Estás... —dudó en si decirlo —. ¿Celosa? —preguntó finalmente.
Ahí fue cuando un balde de agua fría cayó encima de mi cuerpo despertandome.
¿Qué me pasa? ¿Por qué estoy actuando así?
Yo no quiero ser la clase de persona que por la más mínima cosa se comporta así. Es como si hubiera revivido las situaciones con mi última pareja, relación la cual no duro más de un mes por sus comportamientos tóxicos, algo que no iba a volver a permitir en mi vida.
—Yo... —susurré e inconscientemente un puchero se formó en mi labios —. Perdón. —Sin poder evitarlo tiré mi cuerpo encima del suyo y lo abracé —. No sé que flashe, perdóname. —Sentí como unas lágrimas se deslizaron por mis mejillas.
—No pasa nada, Sofi. —Acarició mi pelo —. Volvamos a casa. —Rodeó mi cintura pegándome más a su cuerpo para pasar entre la gente.
Todo es confuso. No puedo concentrarme en otra cosa que no sea en su aroma, se que esta hablando con sus amigos, pero no entiendo que les dice.
El aire fresco llenó mis pulmones después de unos minutos.
Suspiré pegando más mi cara a su pecho.
¿Por qué iba a estar celosa si él no es nada mío?
—¿Somos amigos? —susurré lo suficientemente alto como para que escuché.
Sentí como su pecho vibro a causa de su risa.
—Yo no quiero ser tu amigo —respondió suave.
—¿Por qué no? ¿Te caigo mal? —Levanté mi cabeza para mirarlo.
—No, quédate tranqui. —Acarició mis mejillas —. Sos muy buena. —Toco la punta de mi nariz con su dedo.
—¿Seguro? —Hice un puchero.
—Si, Sofi. —Asintió.
Esperamos a que llegue el uber y nos subimos.
Bajamos y entramos al edifico.
—Ay, tengo miedo —susurré cuando el ascensor empezó a moverse. Esto me confirma que estoy muy en pedo.
—¿Querés ir conmigo? —preguntó Ivan.
—¿A dónde? —cuestioné.
—Y a mi departamento —dijo obvio.
—Quédate vos mejor, el mio esta más cerca. —Agarré su mano y lo estiré cerca mio.
—Bueno. —Asintió.
—Tengo muchas ganas de ver dragón ball —confesé.
—Llegas y te dormis —ordenó.
—No —me quejé.
Bajamos del ascensor y fuimos hasta mi puerta, la intenté abrir más de una vez pero no pude.
—Para mi que nos confundimos de departamento. —Di unos pasos hacia atrás y estudié la puerta con atención.
—O estas poniendo al revés la llave, boluda. —Me la quitó de la mano y en un segundo abrió la puerta.
Entré y fui hasta las escaleras, las cuales subí con mucho cuidado.
—Tom —lo llamé —. Mi bebé. —Me acosté al lado de él y le di besitos..
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Vecinos; Spreen
FanfictionIvan toca la puerta presentándose como el nuevo vecino en el momento más indicado. Sofia queda deslumbrada con su estilo y belleza, tanto que no deja de pensar en él. "Su divina inspiración". ▪︎Todos los derechos reservados. NO SE PERMITEN COPIAS NI...