Capítulo 8.

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—¡Fue sin querer! —gritó Ivan y al segundo lo tenia al lado mío —. Perdón, ¿estás bien? —preguntó preocupado.

—¡A vos te parece que estoy bien! —Señalé mi frente que seguramente esta roja por el golpe.

—A ver. —Acercó su mano para apartar mi pelo.

—No me toques. —Le di un manotazo.

—Quédate quieta, pendeja.

Con una mano agarró mi cara y con la otra alejó mi pelo suavemente.

—Encima que me golpeas me tratas mal... —mi voz se fue desvaneciendo en el aire al ver su rostro.

Es demasiado hermoso.

Pestañee varias veces intentado reaccionar, pero mis ojos no paran de pasearse por todo su rostro como si fuera la mejor obra de arte. Miré unos segundos sus labios y subí hasta sus ojos incomparablemente lindos.

—No me mires así, boludita. —Apretó mis cachetes —. No tenes nada.

—¿Seguro? —Me acerqué un poco más —. ¿Te fijaste bien?

Él sonrió.

—¿Querés que me fije otra vez? —preguntó en voz baja.

—Si vos queres —susurré.

—Mmm... a ver. —Acercó su cara a la mía.

Sentí como sus respiración tibia rozó mis labios.

—Se me paso el dolor. —Alejé su cara con mi mano.

—Uy, bueno —se quejó.

Suspiré y me acosté en el piso para calmar mis pulsaciones.

—Vos alguna vez tuviste pareja ¿no? —pregunté pensativa.

—Si, antes de venir a Buenos Aires. —Se acostó al lado mío.

—¿Y cómo se sentía? —quise saber.

—Bien, acompañado y seguro, lo que más me gustaba era pasar tiempo juntos, hacer cosas juntos, me sentía muy cómodo y feliz —explicó calmado.

Analicé sus palabras intentando pensar en sí me sentí así con una persona alguna vez en mi vida. La única que se me viene en mente es el morocho que tengo al lado.

Asentí como respuesta cuando me miró.

—¿Y vos? —preguntó interesado.

—No, nunca tuve a nadie así en mi vida —susurré —. Vos sos la primera persona con la que me siento cómoda. —Giré mi cabeza para mirarlo a los ojos —. Gracias. —Sonreí sinceramente.

Él me miró fijamente unos segundos.

—¿Por qué? —Tragó saliva nervioso.

—Por haberte acercado a mi sin maldad. —Solté aire sintiendo como me descargaba —. Nunca me crucé una persona como vos, así de buena.

Giró su cuerpo y quedó apoyado sobre un lado de éste. Apoyó su brazo en el piso para descansar su cabeza en su mano. Está tan cerca que nuestros cuerpos rozan.

—Vos... sufriste mucho —aseguró —. ¿Por qué alguien cómo vos tuvo que vivir eso? —Apartó un mechón de pelo de mi cara.

—Hay mucha gente que vivió o vive situaciones iguales o peores a la mía. —Deslicé mis dedos por su brazo —. Yo pude salir de ese ambiente, pero algunos nunca pueden salir de ahí. —Las lágrimas empezaron a hacerse presentes en mis ojos —. A mi me duele mucho eso, porque por más que quiera no puedo los ayudar a todos. —Ivan secó una lágrima de mi rostro —. Yo estoy demasiado bien como para sufrir por lo que viví antes, pero todavía no lo puedo superar y eso me da más bronca.

—Sofi... —susurró casi sin voz —. No podes hacer todo vos sola. —Acercó sus labios a mi cara y me dejó un beso en la mejilla —. Yo te quiero ayudar a sanar.

—¿Por qué? —Sorbi mis mocos.

—Porque te lo mereces. —Acunó mi cara entre sus manos —. Te lo mereces ¿me escuchaste? —repitió.

Me mordí el labio evitando que salgan sollozos y lo abracé, lo abracé permitiéndome sentir, lo abracé demostrándole lo agradecida que estoy con él y lo mucho que lo aprecio.

Acarició mi espalda conteniendome. Siento su calor envolverme y hacerme sentir bien.

Suspiré complacida por la cercanía. Siento como mi pecho se relaja y deja de doler.

—Gracias —susurré y le dejé un beso en el hombro. Su agarré se intensificó unos segundos y después me soltó.

—Todavía no me agradezcas. —Guiñó un ojo y me reí.

—Te voy a agradecer las veces que quiera —advertí.

—Te dije que no. —Me empujó haciendo que me golpeé la cabeza con una banqueta.

—¡Ivan! —grité.

—¡Perdón!

(...)

Se tuvo que ir después de unas horas.

Me di el tiempo para limpiar y ordenar todo.

Además preparé algunas cosas para llevar la semana que viene a la gente de mi barrio.

Me bañé y por fin me fui a acostar.

Abrí twitch en la tele. Ni tengo cuenta, es la primera vez que entro, tengo curiosidad. Justo en inicio estaba él.

Entré a su stream y en cierta parte siento que estoy invadiendo su trabajo sin permiso, aunque sea público.

—Se te ve muy clean como para haber salido de joda. —Leyó el chat —. Si wacho, pasa que dormí re piola. —Sonrió.

Toda la gente empezó a escribir que durmió con una minita o algunos con Carre... creo que ese es Rodri.

—. Na', no flashen... —se quedó en silencio pensativo y después se rió y cambió de tema.

Ivan amigui.

                           Che, puedo ver tu stream?

Dudó que me conteste, pero por intentar.

Después de unos segundos agarró el celular y leyó el mensaje, otra sonrisa pintó sus labios.

Ivan amigui.

Obvio que si, estúpida

—Ay... —Suspiró —. Bueno, para hoy estaba pensando en hacer juegos de anuncios, ¿les pinta?

Vecinos; Spreen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora