Uriel
—¡VOY A MATARLA, OS JURO QUE VOY A MATARLA!...—mi pequeña comenzó a dar vueltas con desespero en medio de la habitación del hotel.
Después de lo sucedido, le pedi a Sara que lleve a Teodora a casa para descansar, pero ella no queria marcharse, en su mirada veia la tristeza y preocupacion hacia Angelo. Pero yo no queria que ella estuviera con nosotros, no puedo verla sufrir y menos en su situación. Así que la bese en su frente y le dije que es por su bien, tenía que marcharse. Finalmente Sara pudo convencerla y se la llevó.
Mi madre está con nosotros, y jura que va a destrozar a cualquiera que toque a su familia.
—Tranquila pequeña, encontraremos a nuestro hijo y haremos pagar a quien hizo esto—la abrace para relajar sus nervios.
Megan, Caillie, Eren, Nash y Vaneeza, asintieron, como diciendo que ellos están con nosotros pase lo que pase.
—Estoy seguro que os van a llamar a alguno de vosotros con número privado—Eren se dirigió hacia mi y Cyra. Continúo hablando al ver que nosotros dos hemos puesto toda la atención en lo que decía.—Allí es cuando yo podré registrarme en el móvil y rastrear la ubicación en donde se encuentran.
—¿Y si no llaman?—mi pequeña se paso la mano por el rostro, sus facciones demostraban el cansancio físico y mental por pensar tanto.
—Sabemos quien planeó el secuestro, seguramente van a llamar para deciros algo relacionado con Daniela.—le respondió mi hermana.—Y si no llaman, pasaremos al plan B, que es ir al psiquiátrico en donde está esa loca y le volaremos los sesos. Pero antes nos dirá donde está Angelo.
—Tenemos que pensar bien en cómo vamos a entrar allí. Será muy difícil—dije suspirando, mis nervios estaban en erupción.
—Uriel tiene razón, debemos pensar bien antes de actuar.—demandó mi madre, mirando a cada uno de nosotros.—Debemos ir a otro lugar para hablar. Aquí no es seguro.
—Pienso lo mismo—habló por primera vez Caillie.
—Vamos, no perdamos más el tiempo.
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Eren y Caillie nos sugirieron de ir a su casa y ahora nos encontramos todos allí, sentados en el sofá en espera de alguna llamada. En caso contrario debemos acudir al plan B. Ir al psiquiátrico y presionar a Daniela.
—Uriel no puedo respirar, no puedo...necesito a mi hijo—mi pequeña comenzó a llorar y yo al verla así mi corazón se rompió más de lo que ya estaba roto.
Pero en estos momentos tengo que ser fuerte, mi hijo me necesita y juro que si lo encuentro con un solo rasguño, quemaré el mundo si hace falta.
—Te prometo que todo saldrá bien pequeña, no llores por favor—la acerque hacia mi, y deje que descansara su cabeza en mi pecho. Mientras acariciaba su brazo, poco a poco sentí que su cuerpo comenzó a relajarse.
—Iré a prepararle un vaso de té—me dijo Caillie, mirando con preocupación a Cyra.
Asentí con una sonrisa de boca cerrada.
—Cyra, hija. Yo también te prometo que haré pagar a Daniela. Me duele decir esto, porque es la hija de Teodora pero ella no merece tener el apellido de Teodora. Ella es una mujer sincera y con un corazón bondadoso.—dijo mi madre—Por culpa de ella, Teodora está así. Y me duele mucho, no merece vivir así. Por eso quiero verla también sufrir, aunque a pesar de que ella está en un psiquiátrico entre cuatro paredes y sola, merece más sufrimiento.
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Vida en fuego © [#2]
RomanceCuatro años después fueron suficientes para Cyra. Ella reconstruyó su futuro y pudo seguir con su vida. A pesar de siempre tener en su mente a Uriel. Ella pudo llegar a su meta, y es tener su propia empresa. Pero las cosas van a volverse un caos...