– ¡Venga, Finnick! Te juro que no se lo diré a nadie. Ni siquiera a Annie si es verdad – insiste Jamie.
Niego con la cabeza mientras mantengo la vista fija en el mar pero él chasquea la lengua.
– Si hubiera algo que decir te lo diría pero no hay más. Ya te dije que fue Megara quién se me lanzó cuando estábamos en el muelle – explico Finnick por décima vez rodando los ojos aburrido.
– Pues ella dice que estan saliendo.
– Que diga lo que quiera – me encojo de hombros antes de tumbarme en la arena – Si total, es mentira.
– No se por qué soy tu amigo si te ligas a todas las chicas sin hacer nada – exclamó indignado fingiendo un sollozó.
– Venga, Jamie, no llores – me rio y le doy un codazo sin fuerza en las costillas – No es culpa mía nacer con esta belleza que las vuelves locas.
– No seas idiota – me devuelve el golpe sin fuerza – A la próxima que salgas de cita nocturna con mi hermana no vuelvan en la madrugada padre casi se da cuenta y a Flora casi le daba un ataque de susto a no ser porque mi madre intervino.
– No fue culpa mía, ni siquiera nos dimos cuenta que se había hecho tan tarde, nos quedamos dormidos – Insistió Finnick.
– Cómo sea no quiero escuchar lo que tú y mi hermana hace – lo apunto con un dedo acusadora – Por cierto Flora dice que la tarifa por cubrirte a ti subió el 20% de intereses por pasarse de la hora y que si no se lo das antes de irse a casa y no delatar con tus padres.
Finnick soltó una risa claro ya se le hacía mucha felicidad para que Flora no lo chantajea con eso. A Annie la cubre porque es su mejor amiga, pero a su adora hermano le cobra por hacerlo.
– Tendríamos que irnos.
Nos levantamos y abandonamos la playa para dirigirnos a la Academia de Entrenamiento. Finnick había alcanzado ir a su casa a cambiarse y se reunió con Jamie antes de ir a la Academia de entrenamiento. Ellos asisten cada día después de clases dónde aprenden sobre su distrito y cosas como matemáticas, historia etc.
El resto del día lo dedican para entrenar para los juegos del hambre. Es un honor estar en la Academia y no se admite a cualquiera. Finnick tenía el privilegio de ser de los mejores a tan corta edad y el privilegio al ser nombrado el hijo de una vencedora famosa, pero su título más prestigioso será ser vencedor de los juegos del hambre.Empiezas cuando tienes once años, un año antes de tu primera cosecha, pero si tu rendimiento no es el adecuado pueden echarte en cualquier momento y además de perder una gran oportunidad formándote como tributo profesional para los futuros Juegos, tu familia también pierde la asignación mensual que paga el estado como manutención.
Los entrenamientos son duros, es verdad, los instructores fueron en su día vencedores porque no es mejor manera que aprender que de un vencedor en carne y hueso, a veces tenían agentes de la paz o a instructores que envían directamente del Capitolio y no se conforman con la mediocridad, por eso, cada mes un grupo de personas que no llega al nivel de exigencia impuesto abandona la Academia. Los instructores no pierden el tiempo, tienes que demostrarles cada día que pueden convertirte en un profesional, que estas dispuesto a ser el mejor cueste lo que cueste. Nada de debilidad, nada de amistad y prohibida las relaciones si son elegidos posibles vencedores ya que son una distracción.
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Ocaso la historia de Finnick Odiar
FanficFinnick Odiar pensó que su vida perfecta una vez ganar los juegos del hambre siendo el vencedor más joven de toda la historia, una vida de lujos y riquezas. Pero que equivocado estaba. Fue todo lo contrario. Portará hecho por Adric_G Disclimer: Está...