Capitulo 16

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Era un nuevo día en la arena. Durante la noche los profesionales se turnaron entre si para hacer guardia. A pesar de que no le tocará hacer guardia Finnick no pudo dormir ni un poco, no confiaba en nadie en ese lugar, ni siquiera en April a pesar de que es su compañera de Distrito pero al igual que todos ella espera regresar a casa con ese título y corona.

Casi no había luz del sol seguía un ocaso como la primera vez que pisaron la arena. El sol se ocultaba detrás de las montañas pero lo suficiente para iluminar el lugar. También es difícil decir qué tan grande es la arena. Parece inmenso. No hemos visto a nadie más desde el baño de sangre. Solo al lobo que encontramos en las cuevas. Parece un laberinto sin fin cada vez que piensas que te acercar al final sale una nueva área que no habían visto.

Todos estaba sentados desayunando la comida que los patrocinadores enviaron esa mañana. A cada tributo le habían enviado algo significativo de su Distrito. Todo el mundo estaba un poco en silencio disfrutando de sus últimos minutos de paz. Cuando terminaron de desayunar empezaron a idear un plan.

– Debemos encontrar tributos es imposible que se escondan tan bien y sin suministros –  dice Debora viendo alrededor de la arena.

– Debe haber una fuente de suministros además de la de la cornucopia. Seguramente hay ardillas o venados que se puedan matar –  reflexiona Helio – Y donde hay comida, hay tributos escondidos.

– ¿Pero donde? – Exige Lucius.

– Si supiera que estaría allí, ¿no? –  Helio  pone los ojos en blanco.

– Los Vigilantes deben odiarnos – digo. De repente, cinco rostros voltean a verlo confundidos

– ¿Qué quieres decir? – April  pregunta.

– Los profesionales siempre son los favoritos de los juegos sin nosotros no tendría diversión y sería mucho más aburrido – dijo Stella como si fuera lo obvio.

– Simplemente, ya sabes, por lo general es la manada de carrera la que se encarga de cazar a los demás tributos a parte de controla los suministros en la cornucopia, pero este año se han asegurado de que no lo hagamos. En cambio, los han escondido en otro lugar, en algún lugar más lejano y solo nos dejaron la Cornocopia. Desde que fue el baño de sangre no hemos visto ningún tributo a la vista y por si fuera poco un rebelde está entre nosotros y si hay algo que los Capitolianos odien son los rebeldes. Así que se convierten en los cazadores y nosotros los cazados y nadie nos ha equipado para eso. No estamos acostumbrados a correr. Se han atrevido a enfrentarnos en el baño de sangre y si uno nos desafía los demás tributos nos van a ver cómo débiles. Y solo quedan personas mayores la mayoría de los niños que había murieron en el baño de sangre y ellos no son fácil de asustar.

– ¿Pero por qué nos odiarían? – Stella  parece genuinamente molesta, como si la idea de que alguien la odie fuera imaginable – Ellos son los culpables no nosotros.

Me encojo de hombros – No lo sé, pero si tienen un plan para que nos matemos entre nosotros, con niños pequeños fuera, hay más acciones entre los grandes. Por algo les dieron puntuaciones altas en el entrenamiento privado.

– Apuesto a que es ese chico de ocho– dijo Lucius – Le dieron una puntuación alta en el entrenamiento por eso están haciendo todos los cambios quieren que nosotros lo matemos.

– No es la única competencia ese chico del Distrito siete también le dieron un ocho de calificación seguro son aliados. Los vi juntos todos los días en el entrenamiento – siguió Debora ahora mientras todos estaban juntando sus ideas locas – Quisieron que entramos a la cueva por alguna razón y no les funcionó su plan.

– Es lo que les decía – siguió Finnick carraspeando – Esto se volvió un juego entre los profesionales y los tributos no profesionales. 

– De todos modos –  dice April – no es que nos hayamos molestado en cambiar nuestras tácticas, así que la broma es para ellos. Quieren probarnos hasta que punto somos capaces de actuar por presión y pelearnos entre nosotros para separarnos y que los demás tributos nos maten.

Ocaso la historia de Finnick Odiar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora