El presidente Snow se encuentra sentado en la silla de terciopelo negro detrás del escritorio pulido de madera , en el mismo que hago los escritos, estaba jugando con una rosa blanca entre los dedos. Las ventanas estaban cerradas al igual que las cortinas para evitar que alguien vea a través de ellas. La habitación se encuentra llena de garrones de rosas blancas que intentan penetrar el aroma de la sangre que sale de la boca del presidente Snow cada vez que habla según se trata de una enfermedad extraña que nunca antes habían visto otros dicen que es porque toma del veneno que le da a sus enemigos para que no sospechen de el, rumores de gente de Distritos.
¿Qué estará haciendo aquí?
Vuelvo a los primeros días de las demás Giras de la Victoria y recuerdo ver a los tributos con sus mentores y
estilistas, incluso a veces con algunos altos cargos del Gobierno, pero
nunca con el presidente Snow. Él asiste a las celebraciones en el Capitolio y punto. Nunca viaja a los Distritos por su seguridad.Si ha hecho un viaje tan largo sólo puede significar una cosa: tengo
graves problemas y, si los tengo, también los tiene mi familia.
Noto un escalofrío al pensar en lo cerca que están mis amigos y de mi familia. Madre dijo que no lo odia y no está en problemas por lo que ocurrió en la arena, pero lo más seguro que lo utilice para apagar las llamas que Trébol encendió.Finnick ya estaba arto de eso porque el tenía que pagar los platos rotos que dejó el hijo de un rebelde. El solo era un niño que intentaba seguir el amor por los juegos del hambre que le impulcrado sus padres y su Distrito. Nunca rompió las reglas en la arena, siempre hizo lo que su madre y mentores le dijieron que hiciera para agradar al Capítolio.
Lo único que yo pretendía era mantenerme vivo para cumplir la promesa que le hice a Annie de volver, la promesa de dejar de ser la sombra de su hermano mayor y todos dejarán de compararlo con el. Cualquier acto de rebelión fue pura coincidencia, y si ocurrió fue culpa de Trébol y no suya.
Gane los juegos del hambre siendo el vencedor más joven en más de seis décadas. Fueron uno de los juegos más vistos de los últimos años, me uni a la manada profesional donde fui líder. Rompí el redcor de Brutus Gunn
del vencedor que más tributos mato durante sus juegos. Me coronaron vencedor, fingí amor por Anastasia Abernathy, me llevaron a casa y saludamos a las cámaras hasta que nos dejaron en paz. Hasta ahora.Ya sea por la novedad de la casa, por la conmoción de verlo o porque
ambos comprendemos que podría ordenar mi muerte en un segundo, el
caso es que me siento como un intruso, como si éste fuera su hogar y yo la que se ha presentado sin invitación.No le doy la bienvenida, ni le ofrezco algo de tomar , no digo nada. De hecho, lo trato como si fuese una
serpiente de verdad, de las venenosas. Me quedo muy quieto, mirándolo a
los ojos y pensando en planes de huida.–Creo que esta situación será mucho más sencilla si acordamos no
mentirnos –dice–¿Te parece bien?Creo que mi lengua se ha quedado helada y no podré hablar, así que
me sorprende contestar en un tono firme: – Sí, creo que eso nos ahorrará tiempo.El presidente Snow sonríe y me fijo en sus labios por primera vez.
Aunque habría esperado unos labios de serpiente (es decir, inexistentes),
lo cierto es que los suyos son muy carnosos, con la piel demasiado
estirada. Me pregunto si han alterado su boca para hacerlo más atractivo.
De ser así, es una pérdida de tiempo y dinero, porque no resulta atractivo
en absoluto.–A mis asesores les preocupaba que dieses problemas, pero no piensas
hacerlo, ¿verdad? –me pregunta.–No.
– Eso es lo que yo les dije. Les dije que un chico de catorce años que se toma tantas molestias por conservar la vida no estaría interesada en perderla de la manera más tonta. Además, les recordé que tenías que pensar en tu
familia: tus padres, tu familia y todos esos... Amigos – Por la forma en
que se detiene en la palabra primos, está claro que sabe que Annie y yo no
fuimos solamente amigos . Bueno, ya están las cartas sobre la mesa. Quizá sea mejor así, no me gustan las amenazas ambiguas, prefiero saber qué está en juego.
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Ocaso la historia de Finnick Odiar
Hayran KurguFinnick Odiar pensó que su vida perfecta una vez ganar los juegos del hambre siendo el vencedor más joven de toda la historia, una vida de lujos y riquezas. Pero que equivocado estaba. Fue todo lo contrario. Portará hecho por Adric_G Disclimer: Está...