(Con Bonnie...)
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Pasaron unas cuantas horas después de que Bonnie se hubiera dormido encima del oso, pero hubo algo que la despertó.
(Bonnie)- ¿Quién hay ahí?
Nadie respondió, pero Bonnie sabía perfectamente que alguien había entrado, pues se escondió debajo del oso, y abrazó a Pittens.
De repente, una mano metálica le robó a su amigo Pittens, y se largó corriendo.
(Bonnie)- ¡Oye!
Bonnie se apartó el oso de encima, y se fue corriendo a seguir a la persona que le había quitado a Pittens. Luego pensó que igual era una trampa para que la siguiese, pero igualmente Bonnie no hizo caso de sus pensamientos, y siguió corriendo. La persona, que en verdad era una sombra, que la llevó hasta la puerta del Star Park, y Bonnie cogió un poco de miedo, pero al final salió. Miró a la derecha, y nada, pero cuando miró a la izquierda, se encontró a Stu, con Pittens en la mano y caminando recto sin mirar atrás.
(Bonnie)- ¡OYE! ¡Stu, vuelve aquí!
Entonces Stu miró atrás, y la miró por unos segundos sin decir nada, luego siguió su camino. Bonnie empezó a acelerar, ya que a Stu no le daba la gana parar, pues cuando Bonnie llegó a la misma línea que Stu, intentó coger a Pittens, pero Stu levantaba el brazo para que no lo pudiera coger.
(Bonnie)- ¡Devuélveme a Pittens!
(Stu)- Si vienes, te lo devuelvo.
(Bonnie)- ¿Pero a dónde se supone que quieres ir?
(Stu)- Tu solo ven.
(Bonnie)- ¿¡Y cómo es que estás aquí!?
(Stu)- Eso es... Razonable.
(Bonnie)- ¿Cómo que razonable? ¡Dímelo ya!
(Stu)- Luego te lo cuento.
Bonnie se quedó con la cara de sepia, extrañada y sin saber qué decir. Tenía un montón de preguntas que quería que Stu se las resolviese.
(Stu)- Lo mejor de esto es que puedes hacer lo que te dé la gana.
(Bonnie)- ¿Cómo que lo que me dé la gana?
(Stu)- ¿Aún no te has dado cuenta?
(Bonnie)- ¿De qué?
(Stu)- Nada.
Bonnie se confundió el doble que antes, pero igualmente no dijo nada.
Stu la llevó a un lugar que ella podía recordar muy bien, porque a menudo pasaban por esa calle, pero no se daba cuenta de que esa calle era la peor de todas.
(Stu)- Ahí estoy yo.
(Bonnie)- ¡Qué dices! Tu estás aquí. ¡Ahora dame a Pittens!
(Stu)- No.
(Bonnie)- ¿Huy? ¿Por qué no?
(Stu)- Porque quiero que entres.
(Bonnie)- ¿Para? No tengo ni si quiera las llaves de esta casa.
(Stu)- ¿Qué te había dicho antes?
(Bonnie)- ¿...Que ahí estás tú?
(Stu)- Antes.
(Bonnie)- ¿Qué...? ¿Qué puedo hacer lo que me dé la gana?
(Stu)- Exacto.
Entonces Bonnie, aún extrañada, abrió la puerta del patio de la casa sin necesidad de abrir con la llave, y entró.
(Stu)- Te espero arriba.
(Bonnie)- ¿Qué?
(Stu)- Tu sube al segundo piso.
(Bonnie)- Dame a Pittens.
(Stu)- Cuando subas.
Bonnie dio un suspiro del asco, y empezó a subir las escaleras hacia el segundo piso. Cuando llegó, Stu ya estaba ahí, parado al lado de una puerta, cosa que a Bonnie le extrañó.
(Bonnie)- ¿Cómo has llegado antes? ¿Por qué estás ahí? ¿Me vas a dar a Pittens? ¿Por qu-
(Stu)- Tu solo abre esta puerta.
Así que Bonnie, después de unos segundos, se fue a la puerta, y la abrió, también sin necesidad de abrir con llave.
(Bonnie)- ¿Cómo es que no se necesitan llaves?
(Stu)- Te lo he dicho ya dos veces; Puedes hacer lo que te dé la gana.
Entonces Bonnie entró, y le recordó a algo que ella había visto antes.
(Bonnie)- ¿Esta no es la casa de la vieja?
(Stu)- Tu solo entra al salón.
Pues Bonnie entró al salón, y entonces pudo ver como había otro Stu en el salón, sentado en la silla metálica, atado con cadenas y unas cuantas placas, con el ojo apagado y lleno de rasguños.
(Bonnie)- Pero, ¿Cómo...?
Miró hacia atrás, y el Stu que le había guiado ya no estaba, y Pittens tampoco.
(Bonnie)- ¡DAME A PITTENS!
Solo se escuchaba el dulce sonido de la nada.
De repente, a Bonnie se le empezó a emborronar la vista, y a ponerse un poco negra, hasta que llegó un momento en el que ni si quiera se podía mover, y tampoco podía ver, porque veía todo negro.
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Bonnie abrió los ojos, y vio como estaba tumbada encima del oso de dos metros.
//Qué raro... ¿Eso era un sueño?// -Pensó Bonnie.
Se pegó un ostión en toda la cara, y le dolió mucho, pues ahí pudo saber que lo de antes era un sueño, y que en ese momento estaba viviendo lo real.
Empezó a buscar a Pittens por todas partes, y no lo encontraba, ni si quiera debajo del oso, y como ella recuerda, se había dormido con Pittens a su lado y abrazados.
//Vale, esto empieza a ser más raro// -Pensó Bonnie.
Salió de su cuarto, y entró al de Stu, pero seguía sin haber nadie, pues dio media vuelta, y entró al de Janet.
(Bonnie)- ¿Qué haces?
(Janet)- Mira.
Bonnie se acercó a Janet, y vio como Janet tenía a Pittens en manos, pues lo estaba cosiendo.
(Bonnie)- ¿Desde cuando tienes hilos?
(Janet)- Desde que compré el otro día.
(Bonnie)- Y yo que creía que ya estaba arreglado.
(Janet)- No... Lleva unos cuantos meses sin arreglarse, se le salía el relleno por las orejas.
Bonnie se quedó un rato ahí para ver como Janet cosía a Pittens, hasta que le dijo:
(Bonnie)- Hoy he soñado con Stu.
(Janet)- Yo tuve alucinaciones.
(Bonnie)- ¿Qué...?
(Janet)- ¿Y qué pasaba en el sueño?
(Bonnie)- Pues que Stu me robaba a Pittens, y que m-
(Janet)- Vale, no lo cuentes.
(Bonnie)- ¿Por?
(Janet)- Porque si no se lo cuentas a nadie, el sueño se puede repetir.
(Bonnie)- ¿En serio?
(Janet)- Si, y yo lo hacía muy a menudo.
Bonnie se quedó callada, pero igualmente siguió viendo como cosía a Pittens.
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Entre sueños rotos (LVDS T2) (Brawl Stars)
عشوائيDespués de la horrorosa desaparición, Janet y Bonnie no saben lo que hacer. Pero... Algo nuevo o alguien nuevo les dará una pequeña pista sobre dónde podría encontrarse Stu... ¿Cómo lograrían salvarlo? Nota de autora: Haber, efectivamente, esta es l...