EL REFRIGERADOR

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Primero encontré yogures echados a perder como quince días antes, también encontré gelatinas en el mismo estado, incluso una abierta ya con moho dentro, encontré cremas, salsas, queso, jamón, ya con hongos, también encontré topers con comida obviamente echada a perder, pues tenían mucho tiempo ahí, pero lo más asqueroso que pude encontrar, fue la fruta y la verdura, que estaban echadas a perder y según mi tío, olían horrible, bien dicen por ahí que, dios aprieta pero no ahorca o que dios le da sus peores batallas a sus mejores guerreros, pues como no olía, pude hacerlo todo rápido, pero mi tío incluso quería vomitar, ahí se dio cuenta que realmente había perdido el olfato al cien.

Después, lave por dentro todo, y recuperé lo que servía, pero seguía lo más asqueroso y que nunca me ha gustado hacer, lavar los platos, imagínense lavar platos que tenía comida echada a perder o el interior del refrigerador, quería vomitar, a pesar de que no olía, realmente me daba asco, fui al baño a vomitar, pero solo salió saliva, pues no había comido nada porque no tenía hambre, creo que esta es la historia más asquerosa de mi vida, lo bueno es que ya termino. 

MUNDOS PARALELOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora