6 // Problemas Familiares

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— ¡Harry!, ¡Lydia! ¡¡Abran la puerta!! — Fue lo primero que los mellizos escucharon al abrir los ojos para acto seguido, hacer lo que les fue ordenado.

La hermana de Vernon, Marge, entró con su gordo perro a la casa, y lo primero que hizo fue tirarle encima su paraguas a Harry.

— Tío Vernon, necesito que me firmes esto — preguntó el castaño al mayor.

— ¿Que es? — cuestionó algo dudoso, pensando si firmarlo o no.

— Nada, cosas del colegio — respondió restándole importancia.

— Después, quizá, si te portas bien.

— Lo haré si ella lo hace — susurro por lo bajo mientras entraba al comedor.

— ¿Con que siguen ahí? — oh serví mientras se sentaba en un sofá frente a la televisión.

— Si — replicó cortante la pelirroja.

"¿Donde más irían?" Pensó.

— ¡Que "si" tan ingrato! — exclamó entregándole la correa a Petunia — Gran favor les hace mi hermano — Se acercó hacia Vernon y susurro más bajo — Yo los hubiera mandado directamente a un orfanato — opinó Marge.

Lydia, por un lado, sentía rabia y algo de impotencia, ya que si dijera algo, Vernon haría cualquier cosa por castigarlos, sin dejar de lado el hecho que poco a poco, sentía como sus uñas se iban clavando fuertemente en su piel.

— ¿Es mi Dudders, mi sobrinito querido? — anunció levantando las manos y dejándole besos a Dudley por toda la cabeza, mientras su perro se subía al sofá.

— ¡Lleven la maleta arriba! — ordenó Vernon.

Dicho y hecho, los mellizos subieron el equipaje a lo que sería la nueva habitación de su tía.

⎈ ⎈ ⎈

Una vez que los Dursley y Potter se encontraban cenando, más bien, los Dursley nada más, ya que los mellizos Potter de encontraban lavando y retirando las sobras de los primeros.

Vernon le sirvió algo de brandy a Marge, mientras esta le decía lo buena que estaba su comida.

M: ¿Quieres una gotita de brandy para Rippy? - dijo mientras le daba la copa al perro.

Harry y Lydia compartían miradas a cada rato, mientras el castaño le pasaba los platos a la pelirroja y esta los lavara.

— ¿Porque sonríen así? — indagó curiosa.

Harry levanto los hombros y siguió pasándole los platos a su hermana, quien escondió una pequeña risa y siguió lavando.

— ¿A donde mandas a los muchachos? — se dirigió a Vernon.

— A San Bruto, una buena institución para casos perdidos.

— ¿Usan una vara en San Bruto? — consultó mientras Vernon asentía con la cabeza, indicándole a los mellizos que dijeran que si.

— Oh, si, me han pegado muchas veces.

— Excelente, yo no acepto eso de no pegarles a los que no se lo merecen.

Harry y Lydia se dieron vuelta, dándoles las espaldas para luego empezarse a reír sin poder parar

Pero las risas cesaron cuando Marge dijo;

— Pero no te sientas mal por cómo salieron estos, Vernon, son cosas de sangre, mala sangre. ¿Que hacia el papá de los chicos, Petunia?

— Nada, No trabajaba. Estaba desempleado.

El hijo de mi enemigo [Matheo Riddle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora