3 // La Famosa Academia

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Cuando los tres llegaron a la famosa academia Umbrella, Hagrid, Harry y Lydia bajaron de la motocicleta, que aparentemente volaba, y el hombre mitad gigante tocó la puerta de la mansión.

Unos segundos después, abrieron la puerta. Un mono con pequeños anteojos y barba blanca los miro de arriba a abajo.

— Venimos a ver a el señor Hargreeves. — explicó con un tono amable.

— Oh, si, claro, pasen — respondió haciéndose a un lado.

Al entrar, lo primero que llamó la atención de la niña fue un gran cuadro con un señor en traje azul y un anteojo de bolsillo. Su barba y bigotes eran blancos y su cara estaba muy seria. Demasiado para su gusto.

Unos momentos después, el señor del cuadro bajó por unas grandes escaleras, mirándolos de manera asombrada.

— Tu debes de ser Lydia, ¿verdad? — pregunto serio y con postura recta.

— Si, ¿y usted es...? — cuestionó con curiosidad, preguntándose como es que aquel hombre la conocía.

— Reginald Hargreeves — se presento extendiéndome la mano. La chica, algo confundida, la correspondió.

— Bueno, es hora de despedirse — explicó palmeándole el hombro a Harry.

Los mellizos conectaron sus miradas. Se abrazaron, deseando que ese momento, pacifico y melancólico duraran para siempre. La ojiverde, atenta y obvservadora como siempre, escuchó a Harry sollozar, lo que hizo que una lágrima le humedeciera la mejilla.

Hagrid los fue despegando lentamente uno del otro

— Cuídate, ¿si? — Le dijo antes de que se terminara el abrazo.

El de anteojos asintió.

Hagrid y Harry se subieron en la moto y partieron rumbo hacia quien sabe donde.

— Mi nombre es Pogo — se presentó el mono — ¿Le gustaría ir a su nueva habitación? — cuestionó extendiendo su mano. Ella la aceptó, limpiándose cualquier tipo de rastro de lágrimas que haya quedado.

Una vez en esa habitación (la cual estaba completamente blanca y vacía de no ser por una cama, una mesita de luz y un espejo de cuerpo entero). Reginald tocó la puerta y extendió un uniforme.

Este era una falda/pollera roja no tan fuerte con cuadrículas negras, una camisa blanca con una corbata gris y un especie de saco del mismo color que la corbata, unas medias altas y negras con unas botas, también oscuras con algo de plataforma y elástico en los costados. Por último, un antifaz negro con unas especies de redes blancas en los lugares de los ojos.

— Esto lo tendrás que usar diariamente, excepto por los antifaces, eso lo utilizaras después — lo dejó arriba de mi cama — oh, y si quieres, puedes decorar la habitación — ofreció a la vez que mostraba una sonrisa forzada — Duerme un poco y luego Pogo te despertará mañana para que conozcas a tus nuevos hermanos.

Lo bueno de esa habitación es que tenía un baño para ella sola. Nunca había tenido una habitación propia y menos un baño propio.

Se ducho y secó con un par de toallas que se encontraban allí. Un reloj arriba de la mesa de luz indicaba la 1:23 de la mañana. La joven no sabía a qué hora se tendría que despertar, así que por las dudas de durmió lo mas rápido que pudo, ansiosa por conocer a sus nuevos compañeros.

⎈ ⎈ ⎈

Los ojos de la joven se abrieron lentamente cuando Pogo empezó a tocar la puerta, ordenándole que se despertara.

El hijo de mi enemigo [Matheo Riddle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora