— ¿Te duele mucho, Mattheo? — preguntó una chica cualquiera qué pasó por al lado del chico, algo preocupada por el.
— Va y viene, Aun así, me considero afortunado. Según madam Pomfrey, un minuto más y podría haber perdido el brazo. No hubiera podido hacer tareas — Lydia puso los ojos en blanco.
— Ahí vuelvo — Avisó la pelirroja. Ella se levantó de su asiento, ya harta del espectáculo que el rubio teñido había montado, y se dirigió hacia el trío de oro.
— Escuchen al idiota — comentó el pelirrojo mientras la chica se sentaba junto a la de rizos — Esta haciéndose la víctima.
— Al menos no echaron a Hagrid.
— El la madre de Matheo está furioso, esto no acaba.
— ¡Lo vieron! ¡Lo vieron! — anunció Seamus con un periódico en las manos.
— ¿A quien?
— ¡Sirius Black! — Explicó aplanando el periódico sobre la mesa.
Los cuatro se acercaron al papel, viendo a el hombre gritando, con un cartel en sus manos.
— ¿Dufftown? Eso es cerca de aquí.
— No creen que venga a Hogwarts, ¿verdad?
— ¿Con dementores en cada entrada?
— Ya se les escabulló una vez, ¿por que no otra?
— Tiene razón, puede estar en cualquier lado. Es como tratar de atrapar humo. Como tratar de hacerlo a mano limpia.
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La siguiente clase que le tocaba a Lydia era defensa contra las artes oscuras, con el nuevo profesor, Lupin.
Al llegar junto a sus amigos de slytherin, había un armario de madera oscura y algo desgastada, el cuál se movía bruscamente, como si algo estuviera intentando salir, respirar.
— Intrigante, ¿verdad? ¿Alguien quiere adivinar qué hay adentro?
— Es un boggart.
— Muy bien, Sr. Thomas. ¿Alguien me puede decir cómo es un boggart, físicamente?
— Nadie sabe. Los boggarts cambian de forma. Se vuelven lo que una persona teme más que nada. Eso los vuelve tan...
— Tan aterradores, si. Afortunadamente, hay un encantamiento muy fácil para repeler a un boggart. Vamos a practicarlo ahora. Sin varitas, por favor. Repitan ¡Riddíkulus! — todos repitieron lo que el dijo anteriormente — Un poco más fuerte y muy claramente. Escuchen, ¡Riddíkulus!
— Esta clase es ridícula — se escuchó a Mattheo decir y luego los de su grupito se rieron.
— Ridículo es que hayas implicado a tu papi por un accidente en el que tú solito te metiste — Riddle la miró furioso.
— Eso fue fácil, el encantamiento en si no es suficiente. Lo que realmente acaba con el boggart es la risa. Necesitan forzarlo a adoptar una forma que les parezca graciosa. Déjenme explicarles. Neville, ¿Quieres venir, por favor? Ven, no seas tímido. Neville, ¿Que es lo que mas te espanta?
— El profesor Snape — unas risas se escucharon de fondo, incluyendo a la del profesor.
— Si, nos espanta a todos. Y tengo entendido que vives con tu abuela.
— Si, pero tampoco quiero verla.
— No la veras. Quiero que visualices su ropa, solo su ropa, muy claramente en tu mente.
— Siempre trae una bolsa roja.
— No necesitamos oír. Si tu la ves, nosotros la veremos. Cuando abra el armario... Esto es lo que quiero que hagas. Con permiso — El profesor se acercó hacia Neville y le susurró unas cosas — ¿puedes hacer eso? — Neville asintió algo dudoso.
— Varita lista. Uno, dos, tres — la manija de el armario giro, y de este salió Snape, era el profesor el cual Lydia había visto el primer día, con el pelo hasta los hombros, negro, lacio y brilloso.
— ¡Riddíkulus! — exclamó apuntando hacia el profesor-boggart que estaba frente suyo.
En el momento en el que Neville dijo esa palabra, un saco de piel, un sombrero negro y un bolso rojo aparecieron.
Todos empezaron a reir.
— ¡Maravilloso, Neville! Ahora vete para atrás. ¡todos fórmense! — todos rápido y bruscamente hicieron una fila, dejando a Ron primero.
— Quiero que todos visualicen lo que más temen, y lo conviertan en algo chistoso. ¡El que sigue! ¡Ron!
Ron se puso en frente a Snape, quien pasó a ser una enorme araña.
— ¡Riddíkulus! — a la araña le aparecieron patines en sus patas, causando que se resbalara.
— ¡Maravilloso!
El turno de la gente fue pasando, hasta que el de Lydia llegó.
La verdad, ella no sabía cuál era su mayor miedo, por lo que estaba nerviosa.
— ¡Siguiente! ¡Lydia! Bien, concéntrate.
El payaso en frente suyo, pasó a ser muchas cosas, pero al final se decidió por una; Ella misma.
Su mayor miedo, era ella misma.
Estaba parada con el uniforme de la academia, tenía una mirada fría, sus ojos estaban encendidos gracias a su magia y sus manos estaban rodeadas por hilos de magia del mismo color.
Y su uniforme estaba cubierto de sangre.
Sangre de Ben.
La chica recordó ese día y se paralizó. Segundos después, lágrimas se apoderaron de sus ojos, y otro par después rebalsaron y cayeron por sus mejillas.
De un momento a otro, Lupin se puso en frente suyo y la chica pelirroja con el uniforme de la academia se convirtió en una luna llena.
— ¡Riddíkulus! — su boggart paso de ser una luna llena, a ser un globo, el cual se desinfló y recorrió toda la habitación. Lupin abrió con su varita el armario y el boggart volvió a su lugar — disculpen, ya fue suficiente por hoy. Agarren sus libros de la parte de atrás. Se acabó la lección. Gracias. Disculpen.
Todos comenzado a irse excepto el trío de oro, Astoria y Pansy que se quedaron preocupadas por su amiga.
Sin embargo, Lydia seguía ahi, congelada.
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🫶🏼
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El hijo de mi enemigo [Matheo Riddle]
FanfictionLydia Potter, hermana melliza de Harry Potter. Luego de que un tenebroso y oscuro mago poderoso matara a sus padres, Dumbledor, otro mago poderoso, decide llevarlos con sus tíos "muggles". Allí pasaron los primeros diez años de su vida. Con el trans...