Capítulo 51

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Y al final de todo este asunto, él te sigue gustando.

Pei Hantang dijo: "De hecho, fui testigo de ello. Hace un momento, cuando estaba hablando con Mu Zhiming, tus ojos estaban pegados a él".

Gu Heyan: "......"

Pei Hantang: "Además, eres tan temperamental que, ¿cómo no pudiste meter tus narices en los asuntos de otros? ¿Por qué no viniste hacia nosotros cuando él me estaba hablando? Mira, está bien si no dices nada. Pero solo asiente con la cabeza si lo que dije es correcto. No te preocupes, no hablaré de este asunto nunca. Como ge tuyo, puedo entenderlo claramente."

Por un momento, Gu Heyan permaneció en silencio y luego, asintió.

Pei Hantang gritó: "¡Mierda! ¡Realmente te gusta!"

Gu Heyan le tapó la boca.

Pei Hantang: "... Hm, hm, hm..."

Luego, Gu Heyan lo liberó y fríamente, sacudió sus manos.

"Bueno." Pei Hantang había creído que su alma había estado vagando por el Noveno Cielo en una noche triste de luna clara y que había sido testigo de los grandes cambios en las montañas y los ríos, por lo que comenzó a presenciar estas palabras sin fundamento ni relación alguna con la realidad. "Es realmente una sorpresa. Dios, realmente he llegado a esto. Lo había dicho casualmente y sin pensar, que no creí que realmente tendría razón".

"¿Hace un momento qué fue lo que te dijo?" Gu Heyan preguntó.

Pei Hantang tomó el hombro de Gu Heyan y le dijo a Gu Heyan todo lo que habló con Mu Zhiming.

"¿Un cadáver con marcas de latigazos y moretones?" Gu Heyan frunció el ceño, "¿Una mujer de un burdel que haya muerto en la residencia de un noble?"

"También estoy sorprendido. No esperaba que Mu daren estuviera interesado en tales crímenes". Pei Hantang dijo: "Además, lo describió con tanto detalle, como si estuviera seguro de que sucedería. Después de una cuidadosa consideración, fue bastante extraño, tsk". Pei Hantang se frotó el brazo como si estuviera un poco aterrorizado.

Gu Heyan: "....."

Pei Hantang: "Y al final de todo este asunto, él te sigue gustando... ¿Eh? ¿Hey? No te vayas. ¿No dijiste que me despedirías? ¡Gu Yuyi! Buen amigo, eres tan despiadado. Apenas terminas de hacer las preguntas que quieres, te das la vuelta y te vas".

-

Para cuando Gu Heyan regresó al salón principal, Wen Heyin ya se había ido. Mu Zhiming estaba sentado en la silla taishi, bebiendo lentamente con ambas manos un claro té qingci. Al escuchar el sonido de los pasos, levantó la cabeza y su mirada cayó en Gu Heyan.

Después de la última no tan agradable conversación que tuvieron, ambos se quedaron sin palabras qué decir entre sí. Por lo que ahora, al querer retomar la conversación, no sabían por dónde empezar.

Durante este prolongado silencio, repentinamente el médico militar entró por la puerta e hizo una reverencia saludando: "General, es hora de cambiar el vendaje de su brazo".

Al escuchar sus palabras, Mu Zhiming se puso de pie: "Dado que la herida del General no se ha curado, no le causaré más problemas. Visitaré al General otro día".

Gu Heyan: "... Bien".

Luego de que ambos se despidieran, Mu Zhiming salió de la Residencia de Gu y subió al carruaje. Momentos después de que un suspiro abandonara sus labios, apoyó la cabeza contra la ventana y entrecerró con aturdimiento los ojos.

No culpó a Gu Heyan por haberle cuestionado si había venido por el rey Xian o el rey Su.

Durante esta vida, había estado tan profundamente involucrado en la lucha entre las facciones políticas que ya no podía desvincularse.

"Si hubiera sido como en la vida anterior...", murmuró Mu Zhiming, "Solo sería una persona ociosa lejos de Palacio. ¿Sería capaz de acercarme a él...?"

"¿De qué está hablando consigo mismo, joven maestro?" Habló Wen Heyin a su lado, "Usted estaba tan emocionado al venir hacia este lugar, ¿por qué regresa con esos ánimos?"

Mu Zhiming le dio una sonrisa a Wen Heyin, pero no dijo nada.

"Joven maestro." Wen Heyin vaciló por un momento, y luego dijo: "Siempre he creído que usted luce agotado..."

"Tal vez es porque me levanté más temprano hoy". Mu Zhiming se pellizcó el entrecejo.

"No, no me refería a hoy". Wen Heyin dijo: "Me refería a estos últimos dos o tres años".

La sorpresa inundó a Mu Zhiming y miró de reojo a Wen Heyin.

Wen Heyin dijo: "Pareciese como si siempre tuviese miedo de algo. No hay noche en que no se despierte repentinamente. De hecho, vi todas aquellas palabras que escribió y guardó en su ropa la noche anterior. ¿A qué se refiere con el acuerdo matrimonial que permite formar una alianza con el ejército? ¿Qué es la batalla de la ciudad Blanca que si protege al Imperio con buenos argumentos él no sería asesinado en batalla? ¿Cuál es esa calumnia que si deja que su padre y su madre abandonen la capital lo antes posible no tendrían preocupaciones, ni tendrían que luchar por su futuro? ¿Cuál es el significado de esa oración que repitió sobre los cambios de la Ciudad Imperial en este mundo turbulento?

Mu Zhiming dijo con impotencia: "¿No había quemado todos esos papeles? ¿Cómo es que los has visto? Ya que conoces de ellos, solo míralos nuevamente si así lo quieres pero no puedes decírselo a los demás".

Wen Heyin: "Joven maestro, al final usted..."

Mu Zhiming lo interrumpió con una sonrisa: "No preguntes, es demasiado difícil de explicar".

Wen Heyin: "Oh... está bien".

Mu Zhiming: "No digas nada".

Wen Heyin: "No se preocupe, joven maestro".

El carruaje pasó por encima del camino de losa hecha de piedra azul hasta llegar al frente de la Residencia Mu. Mu Zhiming apenas y acababa de bajarse del carruaje cuando de inmediato, un joven sirviente se adelantó para informar: "Joven maestro, ha regresado. Su alteza, el rey Su, lo está buscando. Al escuchar que usted no estaba en la Residencia, no estuvo dispuesto a irse, ¡por lo que ha estado esperando en el vestíbulo durante mucho tiempo. ¡Por favor, vaya y eche un vistazo!"

El general renacido siempre se usa a sí mismo como sustituto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora