Capítulo cinco.

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Yeonjun había pasado todo lo que restaba del fin de semana en el departamento de Beomgyu.

Durante ese día y medio, se dedicaron a tener charlas profundas de si mismos, buscando conocerse un poco más. Beomgyu internamente rogaba que el fín de semana sea eterno.

No hubo problema con la ropa debido a que aunque Beomgyu tenía una contextura más pequeña que Yeonjun, él casi siempre utilizaba ropa holgada, así que esta le quedaba bien a Yeonjun, demasiado bien diría el azabache. Gracias a eso, no se apresuraron en lavar las prendas del mayor.

También hablaron de sus vidas, por ejemplo, Yeonjun le contó al menor que estaba en su primer año en la Universidad, estudiando licenciatura en danzas.

Beomgyu le dijo que aunque este era su último año y el próximo debería de aplicar para una Universidad, aún no tenía muy en claro que es lo quería estudiar.

El rubio le dijo que eso estaba bien, que no debía apresurarse, que todo iba a su tiempo. Aunque, de igual manera contando el poco tiempo que le quedaba, le aseguró a Beomgyu que estaría para el para intentar ayudarle a buscar algo que le guste.

La verdad es que Beomgyu si sabía que le gustaba, había sido su sueño desde muy pequeño, pero le daba mucha pena a decir verdad.

¡Queria estudiar para ser un maestro de infantes! Beomgyu amaba a los niños, siempre lo había hecho, además de que su estadía en el jardín habia sido muy reconfortante. Beomgyu les quería brindar esa misma comodidad a los niños como lo hicieron con él, hacerlo sentir como un lugar seguro.

Siempre sus maestros tanto de jardín como de primaria lo habían reconfortado.

Aunque sus sueños se comenzaron a destrozar cuando todos lo comenzaron a ver extraño en el momento en el que mencionaba que es lo que quería ser de mayor, inclusive Soobin lo hacía, diciendo también que era muy infantil. Asi que Beomgyu decidió simplemente apartar ese pensamiento.

Él quería estar rodeado de niños, cuidarlos, enseñarles sobre el arte y a expresarse con esté. Beomgyu amaba a los niños, y siempre había tenido ese sentido protector con ellos.

Pero sabía que debería estudiar otra cosa, quizá algo más profesional como solía decirle su padre. Vestir un traje y no un uniforme de maestro manchado con pinturas por los niños, sentarse horas frente a un computador y recibir un buen sueldo, y de paso darle una buena imagen a su padre de él.

Por otra parte, Beomgyu seguía sorprendiéndose en lo qué respecta a Yeonjun, ahora descubriendo que es lo que estudiaba. Aquél chico que parecía el estereotipo de un tipo malo estudiaba danzas, Beomgyu no lo podía creer. Internamente anhelaba algún día poder verlo bailar, expresarse con su cuerpo.

Beomgyu sentía que se encontraba en un sueño, todo le parecía tan etéreo que se sentía incorrecto, incapaz de ser real. Yeonjun se mostraba tan bueno que Beomgyu tenía miedo de confiar ciegamente en él y que sea la misma historia que con Soobin.

Pero una parte dentro de él le decía que ya no importaba brindarle confianza a alguien más, sí se volvía a repetir la misma historia de Soobin no le dolería tanto, su corazón ya había sido destrozado.

Yeonjun logró conocer un poco de las facetas del menor, viéndolo con muchos cambios de humor. Pasaba de estar feliz, con una sonrisa en el rostro a no tener ganas de nada ni siquiera moverse un poco de la cama a luego comenzar a llorar repentinamente. Yeonjun lo comprendía, no era nada fácil superar una relacion que había acabado hace poco y por un engaño, y que la razón este allí con él.

A veces sentía lo mismo, sentía que Beomgyu de cierta manera le había arrebatado a Soobin, pero no podía culparlo, después de todo él ni siquiera estaba enterado. Además, Yeonjun no mentía cuando decía de que Beomgyu realmente le parecía un chico lindo, así que agradecía poder estar a su lado y liberar sus emociones de alguna manera.

Our Boyfriend » YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora