Capítulo once.

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Beomgyu se remueve en la cama cuando sus oídos perciben un ligero ruido, tiene mucho sueño y está cansado, sin embargo, su idea de volver a dormir cómodamente es interrumpida cuando intenta acercarse a Yeonjun y se percata de que el otro lado de la cama esta vacío.

Lentamente abre sus ojos, esta todo a oscuras a excepción de la ligera luz que brinda la lámpara que Yeonjun tiene en una mesita. Se incorpora en la cama para quedar sentado y refriega sus ojos con sus manos para luego buscar al mayor con la mirada. Sus ojos captan como Yeonjun se percata de que se encuentra despierto.

- Vuelve a dormir, cariño -le murmura el pelirosa mientras lo ayuda a recostarse nuevamente. Beomgyu frunce el ceño cuando Yeonjun no se acuesta a un lado suyo.

- ¿Qué hora es? -cuestiona Beomgyu aún luchando con sus ojos que quieren cerrarse y ceder ante la tentación de caer profundamente dormido.

- Son las cinco, y por eso debes volver a dormir -le respondió él depositando un beso en su mejilla, Beomgyu busca más del toque y Yeonjun no puede evitar reír para luego besar la comisura de sus labios.

Cómo si aquél beso fuese lo opuesto al de la bella durmiente Beomgyu cae dormido casi inmediatamente. Yeonjun lo observa con una sonrisa mientras acaricia sus cabellos azabaches, deseando poder recostarse a su lado y disfrutar del calor del cuerpo contrario, pero sabe que eso no es posible.

Casi media hora después Beomgyu vuelve a despertarse, está vez un poco más alertado al darse cuenta que Yeonjun se encuentra atando sus cordones, está preocupado por la hora y por la razón por la cual Yeonjun no lo ha despertado.

Se incorpora con rapidez y con la misma velocidad intenta levantarse de la cama, sin embargo falla cuando sus pies se enredan con las sábanas y termina en el suelo. Escucha la risa de Yeonjun ante sus torpes acciones, y luego siente como dos manos lo sostienen de los brazos para ayudarlo a levantarse.

- ¿Por qué tienes tanta prisa? -le pregunta Yeonjun con una leve sonrisa.

- El instituto -murmura un poco adormilado.

- Aún es temprano -susurra, el hecho de que ambos estén hablando en voz baja solo causa en Beomgyu aún más sueño.

- Pero- ¿Tú a donde vas? -él pelirosa le sonríe dejando pequeños besos en sus mejillas.

- Trabajo los días de semana. No sé si llegaré a volver, pero cuando te levantes puedes cocinarte algo, ¿Sí?

- ¿Tú comiste algo? -preguntó preocupado.

- No, pero no te preocupes, puedo ver si me pido algo en un café de camino al trabajo.

Beomgyu hizo un puchero, no tan convencido con esa idea. Yeonjun se ríe levemente al notar los labios del menor abultados así que termina dándole un pequeño beso. Beomgyu agacha la cabeza, un poco avergonzado.

- A veces no logró llegar a casa, por eso no sé si volveré así que si no llegó puedes levantarte, cocinarte, ducharte, lo que quieras hacer. Siéntete como en casa.

El azabache asiente sin siquiera poder despegar la cabeza de la cama ante el sueño, no acostumbra a levantarse tan temprano, aún así murmura un suerte y estira los labios cual patito para recibir un beso. Yeonjun ríe, sintiendo que su corazón late con fuerza ante la ternura que le causa el chico adormilado, luego deja un corto beso y Beomgyu sonríe sastifecho.

- Hoy salgo temprano, ¿Quieres que te pase a buscar?

Los ojitos de Beomgyu se abren, iluminados como si aquellas cortas palabras fueran suficientes para quedarse despierto y luchar con el sueño. Asiente feliz.

Our Boyfriend » YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora