Capítulo ocho.

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- ¿Yeonjun? -es lo único que logra salir de su boca. No puede creer que él este allí, que haya ido a buscarlo a su edificio. Beomgyu había creído que Yeonjun simplemente lo olvidó, que ni siquiera le importó un poco, pero él estaba ahí, por Beomgyu.

- Beomgyu -responde con aquélla sonrisa radiante adornando su rostro.

El cabello que anteriormente era rubio ahora era de un hermoso color rosa pastel, y Beomgyu creía que le quedaba muy bien.

- ¿Se conocen? -pregunta el de seguridad rompiendo la burbuja en la que se sumergieron los dos chicos, el azabache mira al señor y asiente.

- ¡Te dije que sí lo conocía! -levantó la voz el ahora pelirosa, en realidad sin llegar a sonar grosero, más bien parecía un niño replicando que tenía razón.

- Él s-si puede pasar, ¿Sí? -habló Beomgyu hacía el guardia quién asintió. Desde el incidente con Soobin los guardias comenzaron a ser más cuidadosos respecto a quiénes dejaban entrar al edificio.

Beomgyu se acercó a Yeonjun y con un poco de desconfianza lo tomó de la mano para comenzar a caminar, Yeonjun lo siguió no sin antes sacarle la lengua al de seguridad. Caminaron hacía el ascensor dónde se subieron, Beomgyu apretó el botón de su respectivo piso sintiéndose nervioso, sentía que tenía muchas cosas para decirle al pelirosa sin saber siquiera por donde empezar, pero antes de poder seguir pensando unos brazos se envolvieron en su cintura, Yeonjun lo estaba abrazando por detrás. El mayor reposo su cabeza en el hombro del menor mientras olfateaba suavemente su cuello.

- Extrañaba tu perfume.

El menor tragó saliva, aquélla oración lo había dejado sin palabras, sentía como su rostro se calentaba. La puerta del ascensor se abrió pero Beomgyu no pudo avanzar, sus piernas estaban débiles y no sabía si era la cercanía del mayor o el alcohol en su sistema. O quizá ambas.

Yeonjun pareció notar esto, así que fue él quién impulsó a Beomgyu a comenzar a caminar sin despegarse de él, aún sosteniendolo por detrás.

Beomgyu tuvo que abrir la puerta con sus manos temblorosas, que se encontraban de esa manera porque podía sentir como Yeonjun olfateaba la piel de su nuca e incluso se permitía dejar algunos pequeño besos. A Beomgyu casi se le cae la llave al sentir el contacto de los labios del mayor contra la sensible piel de su nuca.

Ambos ingresaron al departamento, por fin Yeonjun despegandose de Beomgyu para dejarlo respirar. El pelirosa se paseó un poco, admirando la casa, hasta que finalmente llegó al sofá dónde tomó asiento, palmeo su regazo dándole una clara invitación a Beomgyu.

Beomgyu se quedó observando a Yeonjun mientras que una mezcla de sentimientos peleaba dentro suyo, estaba emocionado por verlo, pero también estaba triste por todo lo que le había dado a entender Soobin sobre Yeonjun, a su vez se sentía molesto con él por no aparecerse, y también sentía todavía las caricias de Soobin quemar su piel, queriendo reemplazarlas desesperadamente y sabía que la única persona capaz de ayudarlo a olvidar estaba ahí, a unos metros de él.

Se acercó lentamente, todo su cuerpo temblando, su labio inferior siendo mordisqueado con fuerza, su vista se volvió nublada, pero esta vez no se trataba de ningún efecto secundario del alcohol, sino la acumulación de lágrimas en sus ojos. Se detuvo frente a Yeonjun, quién lo miró confundido y luego un poco preocupado.

- E...Eres ¡Un tonto! -apretó sus puños con fuerza, ni siquiera sabía si eso se lo estaba diciendo a Yeonjun o a sí mismo- ¡Un tonto, eso eres! -gritó sin levantar tanto la voz. Era consciente de que sus vecinos podrían despertarse si hacía mucho escándalo.

Yeonjun lo miraba expectante a que siguiera hablando, a saber cuales eran las razones detrás de aquél insulto (que sinceramente le parecía un poco tierno de parte del azabache), sin embargo Yeonjun no esperaba que Beomgyu comenzará a llorar en silencio, ahí parado, frente a él. Amago a tomarlo de la mano para sentarlo encima suya pero el menor cayó de rodillas al suelo, incapaz de sostener su propio peso.

Our Boyfriend » YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora