No Estoy Solo

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PETE;

vivo en un callejón muy bonito y tranquilo, pero muy solo cuando es de noche.

Baje a la cocina para hacerme algo de cenar, cuando siento que alguien me mira por una de las puertas de vidrio que dirigía hacia el patio, voltie hacia la dirección en donde  sentí la mirada, pero no había nadié, mi mente empezó a hacerse muchas ideas de que alguien me a estado observando, pero decidí olvidarlo, tal vez solo era porque estaba estresado.

Decidí ir a tomar un café en la pequeña cafetería que se encontraba a unos segundos de mi casa.

-un café por favor - hable para tomar  mi orden

-aquí tiene - habló la señorita entregándome mi café

Me dirigí hacia un mueble que tenía varios libros, escogí uno y me senté en una de las mesas.

Cuando estaba a punto de leer el libro me puse a pensar que en estos últimos días mi cerebro no había dejado de emviarme advertencias de que hay alguien espiandome.

Después de un rato salí de la cafetería y me dirigí directo a mi casa, pero aún podía sentir la precensia de la persona que me Vigila a decir verdad me gustaba, me gustaba su presensia.

Al llegar a casa me di cuenta de que alguien había entrado aquí. Empeze a inspeccionar  todo pero no encontré a nadie.

Ahora ya no había lugar en donde no me sintiera observado.



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