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No durmieron en toda la noche, prácticamente nadie lo hizo ese día. La pelea duró hasta el amanecer. Estaba Bakugo y Rousseau en la comisaria siendo escoltados por oficiales hasta el interior del edificio, tenían que interrogarlos para sacarles la mayor cantidad de información posible.
...
(____) estaba en la sala de espera con su celular en mano, no paraba de marcar a sus padres por teléfono pero por más veces que lo hiciera no respondían. Estaba preocupada además esta vez no dudó en darles la carta que recibió a los oficiales. Se sentía vacía, se enteró bastante tarde de la nota y sus padres estos no aparecían por ningún lado. No quería pensar que les había pasado algo malo, se rehusaba a tener ese pensamiento.
Quería buscarlos por su propia cuenta pero sabía muy bien que eso estaba mal, después de meditarlo unos cuantos segundos, sin miedo a las repesarías abrió un portal directo a la empresa de su padre, al apenas llegar pudo ver que todo se encontraba en orden, no había nada fuera de lo normal. Decidida a encontrar a sus padres usó el hechizo de espionaje para registrar todo el edificio, no había nadie.
Con rapidez bajó basta los últimos pisos registrando todo pero no había nada sospechoso, suspiró harta y caminó al único lugar que no inspeccionó. La oficina de su padre.
Apenas entró vio una fotografía con el cristal roto tumbada en el suelo, caminó hacia ahí y recogió el cuadro. Teniéndolo en sus manos le dio la vuelta para ver que fotografía era. Era su mamá y ella, la peli-rosa tenía un vestido blanco con flores entre su cabello mientras que su madre hermosa como siempre sonreía pacifica a la cámara. Su padre también estaba en la foto abrazando a ambas mujeres.
Agarró la fotografía y la guardó en su bolsillo, en esa foto ella tenía cerca de 11 años.
Examinó el resto del cuarto pero lo único destacable era el cuadro roto, abrió otro portal directo a la casa de sus padres, su antiguo hogar. Prácticamente estaba en otro país bastante lejos de la U. A.
Apenas agarró la manija de la puerta esta no se encontraba cerrada con llave, lentamente le dio vuelta a la manija para evitar hacer ruido, odiaría que justo en ese momento rechinara. Entrecerró sus ojos por un momento, el lugar no había cambiado desde que ella se fue.
Todo su alrededor se encontraba impecable, como si nadie viviera en esa casa. Tal vez solo tenía una pizca de polvo.
Evitó tocar todos los objetos que habían en su casa pues no quería contaminar las evidencias si es que algo malo había sucedido, toda esta situación le daba mala espina. Por esa misma razón estaba flotando para no dejar ninguna huella, rápidamente fue registrado el resto de habitaciones pero no había ni siquiera un indicio de que algo malo hubiera sucedido.
En la cocina lo único que le indicaba que aún habían señales de vida eran unos pastelillos que estaban dentro de un horno, faltaba poco tiempo para que estuvieran listos.
