Llegó a su destino cuando ya era de noche

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Llegó a su destino cuando ya era de noche. Veía en la lejanía, la ciudad, llena de luces, dándole un aspecto vivo, incluso cuando el silencio de esta era total.
Mientras, se dedicaba a admirar las afueras de la ciudad, donde las edificaciones tenían un aspecto más pobre, y, algunas, parecían hasta abandonadas.

- Qué ciudad más curiosa.

Comentó Malva, en un suspiro de sorpresa. Parece que salir de Pueblo Ámina no había sido una mala idea. No sólo se estaba topando con todo tipo de gente, sino que estaba viendo ciudades y pueblos que nunca había imaginado que pisaría en su vida.

Se iba a dirigir hacia el Centro Pokémon, cuando el crujir de una puerta llamó su atención. Venía de una casa que parecía casi en ruinas, abandonada a su suerte por sus antiguos y desconocidos dueños.

- Ral...

Oyó un lloriqueo agudo que logró erizar su piel del susto. Inmediatamente se puso alerta, con la mirada en aquella casa de aspecto tan térrico y que hacía contraste con los edificios de aspecto moderno que se erguían si uno se iba adentrando en la ciudad.

- ¿H-hay alguien ahí?

Cuestionó Malva, cogiendo la pokéball perteneciente a Minccino, pero, de pronto, recordó que había llegado a la ciudad precisamente para curar a sus amigos, debilitados por culpa de los maleantes del Equipo Phantom.

- M-mire, no tengo mucho tiempo que perder. Es de noche, y mis pokémon no están en condiciones de combatir.
- Ral... Ral...

Con disimulo, logró sacar su pokédex, apuntándola hacia la puerta. En el dispositivo apareció la imagen de un pequeño pokémon de cuerpo blanco y una especie de casco verde con cuernos rojos que cubría su cabeza y sus ojos. Según indicaba el dispositivo, aquel ejemplar era de género masculino, de nombre Ralts, y de tipo psíquico.

- Te llamas Ralts.

Llamó Malva con un tono más suave, acercándose con precaución a la puerta.

- ¿Dónde está tu entrenador, pequeño?

El pequeño pokémon no contestó, sin embargo, logró asomarse por la puerta, dejándose ver, herido, tembloroso y asustado.

- Ven, ven, te tengo que llevar a que te miren en un Centro Pokémon.

Indicó Malva, estirando sus brazos hacia abajo, indicando que quería cargar al herido pokémon, quien, aún lloriqueando, se acabó acercando a la chica, dejando que esta le cargara entre sus brazos.

💜💎~Pokémon Amatista (AU de Pokémon)~💎💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora