La región de Phantomia es un lugar lleno de misterios oscuros que la hacen ver como una región mística y maldita.
Malva, una chica de dieciséis años, empieza su viaje por esta región, con un objetivo claro: encontrar a su hermano Alec, un Pokémon R...
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Malva llevaba una semana entrenando en Ciudad Penitencia. Quería poner a Riolu a la altura del resto del equipo, lo antes posible, y, la verdad, lo había conseguido. No obstante, seguía algo preocupada por su futuro combate contra Lino, es decir, era el quinto líder de gimnasio y, tal y como dijo Kira en su momento, los líderes a partir de ahora tenían pokémon capaces de megaevolucionar.
"Incluso si Gallade ha aprendido Llamarada..."
Pensó.
"... basta con que Lino tenga algún pokémon con Terremoto, Terratemblor, u otros ataques de tipo tierra para derrotarme." - ¡Riolu, Palmeo!
Mandó, viendo a su pokémon hacer trizas una roca que doblaba su tamaño.
- ¡Muy bien!
Felicitó la entrenadora entre palmas, viendo un claro brillo de entusiasmo en el pokémon que había nacido hacía una semana.
Luego, hizo un entrenamiento físico como el que le enseñó Kira, en su momento. Tanto ella como su equipo corrieron dando unas cuantas vueltas a la ciudad. A continuación, hacían flexiones, abdominales, planchas... Así, todos acabaron agotados para la hora de comer, donde fueron a un restaurante de la ciudad.
- Pero bueno, si es Malva.
Saludó una voz conocida.
- ¡Profesor, qué bueno volverte a ver!
Saludó la de ojos zafiro, al encontrarse a cierto científico pelinegro a la salida del restaurante.
- Había venido a Penitencia para saludar a Lino y a Abel. Hacía mucho que no los veía.
Explicó el mayor.
- Aunque, ahora que estás aquí, tengo que darte esto.
Así, le dio una pokéball muy distinta a las que había visto en las tiendas.
- Se trata de una Master Ball. Son originarias de Kanto, y son una pokéball que nunca fallan. - ¿Nunca fallan?
Repitió la menor con extrañeza.
- ¿No has capturado muchos pokémon durante tu aventura?
Cuestionó el pelinegro, y Malva tragó en seco. Pensó que, al tener consigo una pokédex completa, no tenía por qué preocuparse por capturar pokémon.
- Más bien...
Empezó la menor.
- ... mi equipo lo tengo porque estos pokémon optaron venir conmigo.
