La región de Phantomia es un lugar lleno de misterios oscuros que la hacen ver como una región mística y maldita.
Malva, una chica de dieciséis años, empieza su viaje por esta región, con un objetivo claro: encontrar a su hermano Alec, un Pokémon R...
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Detrás de la sala había otra estancia un poco más pequeña. Al fondo de ésta se encontraba el líder pelirrojo, con un cinturón donde reposaban las pokéballs de esos pokémon de los cuales Malva esperaba pasar un mal rato.
- Bueno, ¿qué te ha parecido mi prueba?
Cuestionó el líder, peinándose sus cabellos color rubí con sus dedos. Su voz rebosaba de un orgullo bromista que hizo que la menor rodase los ojos. En serio, ¿cómo se atrevía a hacer una pregunta así? Malva esperaba morir con la aparición de aquella Aggron que, aunque no era salvaje (y menos mal), tardó lo suyo en caer derrotada.
- ... Interesante...
Se limitó a decir la de cabellos castaños, a lo que Lino hizo una mueca de tristeza.
- Qué sosa eres...
Suspiró pesadamente, notablemente decepcionado con la respuesta dubitativo de la chica.
- Y yo que pensaba que te lo habías pasado en grande, alimentando a las crías de Aggron que llevan tan solo un par de semanas en este gimnasio. - ¿¡Sólo!? Parecía que me iban a amputar una pierna, si me equivocaba de metal. - Claro, es como cuando vas a un restaurante y pides un plato, y te traen otro. ¿A que no te sienta bien? - ¡Pero yo no puedo partirle las piernas a una persona promedio!
El mayor empezó a reír descontroladamente, retorciéndose sobre su abdómen.
- ¡Esa era la actitud que quería ver de tu parte!
Exclamó entre carcajadas. Por otra parte, Malva estaba muy confundida con el comportamiento de Lino, su actitud alegre y despreocupada, no sabía qué tenía, pero le transmitía una confianza increíble.
- Perfecto. ¿Te atreves a enfrentarte a mí, entonces? - ¡Por supuesto que sí!
Exclamó Malva. Después del tremendo susto que había tenido con aquella Aggron, ¿qué más cosas le esperaba en su combate contra Lino?
- Te aviso, mis pokémon de tipo acero son huesos duros de roer. ¡Adelante, Skarmory!
Y ahí, sacó a su primer pokémon, uno que Malva no había tenido el placer de ver hasta entonces. Miró su pokédex.
"Skarmory, Pokémon Coraza Ave. Tiene el cuerpo y las alas de acero. Hace mucho, la gente usaba las plumas que se le caían a Skarmory para forjar espadas y cuchillos."
- Esa pokédex no se equivoca.
Comentó Lino, con ambas manos haciendo de almohada para su nuca.
