Capítulo 15. Refuerzos

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Después de comunicarse con Once, el grupo en Hawkins comenzó a planear su defensiva. Necesitarían muchas armas y muchas herramientas para derrotar a Vecna. Afortunadamente para ellos, Eddie tenía la solución.

El castaño estaba sentado solo en el sofá y estuvo durante un buen rato pasando página en un viejo Directorio de la casa de Max.

Ronnie se sentó junto a él. —Hola.

—Hey, Ronnie.

—¿Qué tanto haces? —preguntó.

Eddie le mostró el Directorio. —Busco Warzone. Es una tienda que nos podría servir para comprar todo lo que necesitaremos. Armas, municiones, combustible, granadas, cuchillos, de todo.

—Genial, por fin utilizaré mi tarjeta de crédito —contestó Ronnie, con sorna, y tomó el Directorio de las manos del castaño para seguir buscando la página.

Eddie se dedicó a observar a Ronnie. Era la mujer más excepcional que haya podido conocer nunca. Era valiente, decidida y tenaz, mucho más que él, definitivamente, pero seguía siendo sincera y enfocada, a pesar de todo lo malo que había vivido. Ronnie era admirable. Lo sabía. Por eso, iba a seguirla hasta el final.

—¡Eddie! —llamó la ojiazul, mientras tronaba los dedos frente a su cara.

—Uhm, sí, espera, ¿qué? —musitó el castaño un tanto sobresaltado—. Lo lamento. Estaba... pensando.

Al fondo de la habitación, escucharon las risas de Steve y Dustin. —Sí, claro —se burló el mayor.

Eddie les lanzó una mirada asesina.

Ronnie solamente se dedicó a sonreír, pero no lo miró a los ojos. —No importa. Uhm, yo... en realidad quería decirte algo.

El castaño le prestó toda su atención. —Por supuesto, dime.

—Solo quería darte las gracias, Eddie —admitió, mordiendo su labio inferior—. Sin ti, probablemente yo no estaría aquí ahora. Me encontraría siguiendo a un lunático a conquistar el mundo o, en el peor de los casos, muerta. Gracias por recordar mi canción favorita y hacerme regresar.

Eddie sonrió de lado, y bajó un poco la cabeza para que ella lo mirara. —Fue un placer, Ronnie. De ser posible, lo volvería a hacer. Te salvaría las veces que sea necesario.

La ojiazul sonrió tímidamente. —No necesito un héroe.

—Bien —contestó el castaño—. Porque no soy uno de esos.

Ronnie torció los ojos y dejó un pequeño golpe en el brazo de Eddie, jugando. —De acuerdo. ¿Ésta es la tienda que decías? —preguntó, alzando el Directorio.

—¡Sí! ¡Es ésta! —exclamó Eddie, observando la página. Dejó un rápido beso en la mejilla de la ojiazul antes de levantarse—. Gracias, Ronnie.

La chica telepática le dedicó una sonrisa.

Eddie se llevó el Directorio al comedor. —Hey, todos. Miren ésto —el grupo se acomodó a su alrededor—. Warzone, fui una vez. Tienen todo lo necesario para matar... cosas, básicamente.

—¿El falso Rambo tiene suficientes armas? —cuestionó Robin—. ¿Eso es una granada? ¿Cómo eso es legal?

Eddie sonrió. —Por suerte para nosotros, lo es. Éste lugar está a las afueras de Hawkins, por la carretera al norte. Si no vamos por las calles principales, podemos evitar a los policías y a los brutos enojados.

Las telepáticas se miraron al escuchar "carretera al norte". Supuestamente, ahí deberían estar los amigos de Kali: Mick, Dottie, Funshine y Axel.

Ronnie le sonrió ampliamente a Kali.

NICE TO MEET YA  || Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora