¹. ¿ángel?

2.1K 202 43
                                    

Porchay estaba divirtiéndose, porque se burló de su amigo Chimon luego de que le bajara los pantalones y hubiese salido corriendo.

Ese club era grande, pero no tenía tantos escondites, así que decidió irse a la parte de atrás del club, donde no estaba tan concurrida y podía tomar algo de aire fresco. Cerró la puerta detrás de él y soltó una suspiro cansado.

—Demonios, ya no soy tan bueno jugando a las escondidas— susurró para sí mismo, echándose aire con su mano.

—¿Estás jugando a las escondidas en un club?

Una voz desconocida asustó a Chay hasta el punto de que se giró abruptamente y lanzó un puñetazo a la suerte, impactando contra un rostro desconocido.

—Oh, carajo...

Porchay abrió la boca sorprendido y rápidamente se acercó al chico, quién se masajeaba la mejilla.

—Mierda, lo siento. Perdóname, no era mi intención. Es decir, me asustaste, así que es tu culpa, pero no pensé que fuera fuerte, lo siento...

—Descuida... fue un buen gancho.

Cuando el hombre se enderezó, Chay se quedó pasmado por un momento. ¡Joder!

Lo observó bajo la oscuridad y luces tenuemente amarillas que colgaban en la pared, era jodidamente guapo. Un poco más alto que él, su cabello estaba peinado pulcramente hacia atrás y –debe estar jodiéndome– con una camisa negra de seda transparente, dejando a la vista su torso trabajado y –hace algo de calor, ¿no creen?– con unos pantalones negros que le lucían de puta madre, incluso tenía un par de perforaciones en las orejas.

—¿Me vas a robar?— Chay alzó sus puños en una posición defensiva.—Mi hermano me enseñó unas cosas, así que piénsalo dos veces.

Adonis, como le había apodado rápidamente, se le quedó mirando un par de segundos hasta que soltó una carcajada suave y se cubrió la boca para no lucir grosero, mientras negaba con la cabeza.

—Eres una ternura, ángel.

—¿Ángel? Búscate otro apodo, Adonis— amenazó Chay señalándolo con su dedo índice y alzó su rostro para mirarlo más de cerca.—No te metas conmigo.

—¿Adonis?— el desconocido pareció sopesar la información por un momento, viendo al chico tierno con el ceño fruncido.—¿Tomaste drogas adentro?

—¿Qué- eres guapo y todo pero- ¿cómo te atreves a decirme drogadicto?

—¡Ángel, no te dije drogadicto!— se quejó Adonis cuando Chay empezó a darle golpecitos en el brazo.

—¡¿Por qué me estás gritando?!

Adonis tomó a Chay de las muñecas y lo retuvo por un momento para que se separe un poco, entrecerró sus ojos mirando su ropa, vestía un pantalón de jean, un suéter parecido a uno escolar de color púrpura y converse's, además de que era muy tierno y lindo. Solo había una explicación.

—¿Eres menor de edad?

—¿Qué carajos contigo, Adonis?— Porchay golpeó el piso con su pie haciendo un berrinche.—Tengo veinte años, puedo emborracharme y drogarme como quiero, pero no me drogo, porque soy un buen chico, pero no es tu asunto-

—Ya, ya, ángel— el desconocido lo tomó de los hombros para que detuviera su habladuría.—¿Cuál es tu nombre?

—Porchay Kittisawasd, soltero, de veinte años, me gustan los parques, el helado de limón y siempre termino llorando en las películas de romance, ¿quieres saber algo, Adonis?

—¿Estás borracho?

—Sí, pero no borracho-borracho, más bien borracho-sobrio, tomé algo fuerte y me duele la cabecita, pero aún soy consciente de todo, y también hablo mucho de más, eso es porque cuando estoy borracho suelo hablar hasta por los codos, una vez mis amigos me encontraron hablando con el vaso porque me sentía solo-

Ángel [MacauChay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora