Ángel [MacauChay]

⁷. me gustas... mucho

Pueden reproducir la canción en el momento que salga la letra, si quieren :3

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Esa mañana, Porchay estaba algo somnoliento y perdido, aún más, avergonzado, porque al despertarse fue testigo de un Macau con ropa de pijama y secándose el cabello húmedo con una toalla.

No iba a negar que a pesar de que vestía una camiseta holgada y unos shorts, se veía igual de sexy, y mucho más con el cabello húmedo.

Pero no se tomó mucho tiempo para apreciarlo, se dió cuenta de que estaba durmiendo en la cama de Macau, con ropa de Macau y seguramente con una pinta desordenada.

Ya que, la noche anterior, estaban tan borrachos de sueño que subieron a la habitación, Macau le dió una muda de ropa y un cepillo de dientes para que se cambiara en el baño. No lo pensaron demasiado, solo se acostaron en la gran cama y cayeron dormidos como troncos.

—Buenos días, pollito.

Porchay se sentó en la cama, estirándose como un gato y peinando su cabello enredado con sus dedos.

—Buenos días.

—¿Quieres ducharte? Puedes tomar de mi armario lo que desees, el cepillo sigue allí y ya sabes que puedes usar lo que sea— habló Macau, acercándose para sentarse frente a él.—Cualquier cosa que desees, grita y aquí estaré.

—Mh, está bien... ¿qué hora es?

—Pasadas las diez, diez y media, tal vez.

—¿De verdad? Yo quiero seguir durmiendo— se quejó con un puchero, pero levantándose de la cama y estirando sus brazos hacia el techo.

—Podemos seguir durmiendo, pero después de la ducha.

Macau se levantó, movió su cabello con cuidado y le dió un beso en la frente. Porcgay se sonrojó y le dió un leve empujoncito.

—Es muy temprano para que me pongas de los nervios.

—Voy a buscar café, ¿con leche o negro?

—Negro, por favor.

—Lo que pida el ángel madrugador— bromeó Macau, avergonzando aún más a Porchay.—Ya, ya, es chiste.

Macau se quedó de pie recostado contra la puerta del baño, mirando a Chay, quién parecía más dormido que despierto. Porchay tomó el cepillo de dientes que el mayor le dió y empezó a cepillarse.

—Te ves tan lindo por la mañana.

—¿Estás loco?— preguntó, con la boca llena de pasta dental.—Parezco un zombie.

—Un zombie con las mejillas llenas de pasta dental y el cabello vuelto un nido de aves— Macau dió un silbido apreciativo.—Me gusta.

Chay hizo un sonido avergonzado y le lanzó una patada suave en la pierna.

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—Tu habitación es muy bonita— comentó Porchay, secándose el cabello mientras miraba alrededor.—y más ordenada que la mía.

Macau le dió un sorbo a su taza de café.

—No suelo pasar mucho tiempo aquí, solo para dormir.

—¿Por qué?

—Porque no hay ventanas, Pete era algo paranoico con ese tema... antes tenía miedo de que me molestarán como lo molestaban a él en la escuela— Macau terminó de tender su cama, alisando las mantas con sus manos.—La diferencia es que nosotros somos una familia con dinero, nos tienen miedo, no van a entrar si quieren salir ilesos.