"And I try to be tough, but I wanna scream.
How could anybody do the things you did so easily?
And I say I don't care, I say that I'm fine, but you
know I can't let it go. I've tried, tried for so long.
It takes strength to forgive, but
I don't feel strong".-The grudge, Olivia Rodrigo.
—¿Otra vez te preguntó por su padre? —escucho que dice mamá, junto a mí.
Asiento con la cabeza. Pero evito mirarla, sigo enjuagando los platos.
—Está muy inquieta con eso, igual que con lo de tener un hermano.
De reojo, veo que sonríe con cierta pizca de cansancio, provocando que resalten un poco más las líneas de expresión en su rostro. Me pasa el vaso enjabonado.
—Quizá debas buscar ayuda con eso.
Le doy un empujón amistoso con la cadera. Escucho su risa.
—¿Otro bebé? No lo creo —niego con la cabeza al imaginarme el caos que sería. Si apenas y puedo ocuparme de Willow, no imagino la vida con un recién nacido—. Todo surgió porque la mamá de Emily está embarazada, y por supuesto que Willow quiere que yo también lo esté.
—Si —asiente de manera comprensiva—. Un bebé nunca es fácil.
—Menos cuando eres madre soltera.
Sonríe un poco, con cierta tristeza.
—Siempre deseé que tuvieras hermanos. ¿Sabes? —confiesa. Enjabona el plato que tiene en las manos, y me lo pasa—. Detestaba cada vez que tenía que dejarte sola. Pero, tienes razón, no es fácil plantearse la idea de tener otro hijo cuando sólo estás tú.
No, no es tarea fácil.
Tengo bastante claro que la idea de tener dos niños que cuidar es simplemente impensable. Sin embargo, mi cabeza termina traicionándome a menudo. Porque, a veces, me descubro pensando en cómo serían las cosas si el padre de Willow viviera con nosotras.
Así podría distribuir los gastos de la casa, tendría con quien dejar a Willow cuando tengo que ir con algún cliente o cuando tengo alguna exhibición...
Y lo más importante, ella sabría lo que es crecer con un padre. Tendría una familia. Y yo, tendría en quién respaldarme.
Así como sucedía antes. Antes de que todo entre nosotros se quebrantara de manera irremediable.
Mamá parece darse cuenta de que algo me sucede, a pesar de que intento ocultarlo, porque decide cambiar de tema:
—¿Cómo van las cosas con Mason? —sus ojos avellana me buscan, al mismo tiempo que intenta acomodarse el mechón de cabello oscuro que se le escapa de la coleta—. ¿Sigues saliendo con él?
—Sólo somos amigos —me quito el jabón de las manos, y tomo la toalla. Ahora soy yo quien evita el contacto visual—. Hemos salido un par de veces a almorzar —me encojo de hombros, queriendo mostrarme relajada—, nada más.
Sonríe un poco, de manera comprensiva. Le echa un vistazo a la sala y se me acerca.
—Quizá sea momento de que te des tiempo para ti misma —procura bajar la voz—. Estos casi cuatro años has estado entregada por completo a Willow. Pero eres joven, necesitas tiempo para ti.
—Estoy bien con ella, mamá —le aseguro, y es la verdad—. No me hace falta nada más. Además, no quiero problemas de pareja por ahora. Es lo que menos necesito.
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Nosotros no
RomanceDicen que el amor lo puede todo. Soporta cualquier cosa y perdona sin límites. Yo lo amaba, y él a mí. O eso fue lo que quise creer. Se suponía que éramos felices, casi lo teníamos todo. Hasta que, de repente, todo se derrumbó. Se quebró. Tan rápid...