22. Cortar lazos

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"They told me all of my cages were mental. And
my words shoot to kill when I'm mad, I have a lot of regrets
about that. It's hard to be anywhere these days when
all I want is you. I just wanted you to know
that this is me trying. At least I'm trying".

-this is me trying, Taylor Swift.

—Mami...

Busco en el cajón de madera una blusa que ponerle.

—¿Hmm...?

—Papá me dijo anoche que te quiere.

Me quedo quieta con sus palabras. La lengua se me traba, no consigo decir nada.

¿A qué está jugando Nate?

¿Qué pretende haciendo cosas como esas?

¿Por qué tiene que decirle eso cuando sabe que eso sólo implica que crezca su ilusión de vernos juntos?

¿Por qué hacerme creer que me quiere cuando va a casarse con otra?

Me giro y le pongo la playera, intentando no darle importancia al asunto. Ella se apresura a quitarse el cabello de la cara, y me mira con atención.

—¿Tú lo quieres? —insiste.

Suspiro.

Genial, lo que faltaba.

—Me agrada —es lo único que le digo—. Siempre ha sido buen amigo.

—Y sientes...

Niego con la cabeza, antes de que diga lo que sospecho. Por supuesto que no se ha dado por vencida en intentar juntarnos.

—Se hace tarde, ¿no quieres ver a la tía Stef?

Asiente con la cabeza.

—¿Por qué no irás tú? —guarda la ropa de sus muñecas en su mochila morada de Twilight Sparkle.

—Tengo que ir al trabajo —invento.

La verdad es que hoy es la prueba del vestido de Leah, y me ha pedido que la acompañe. Por supuesto que no voy a llevar a Willow. Le agrada Leah, es cierto, pero no pienso hacerle daño obligándola a ver como se casa con Nate.

Lo he pensado mucho, más de lo que debería, y creo que lo mejor es que Willow no vaya a la boda. La dejaré con Stef. Quizá Nate se moleste por no llevarla a un día tan importante para él, pero no me importa, sé que ver la boda afectará a mi hija. No quiero que sufra más de lo que ya ha padecido por las tonterías de su papá, y también las mías.

Llevo a Willow con Stef, a mi amiga se le forma una gran sonrisa al verla.

Me despido de mi hija con un abrazo y un beso en la mejilla, y se va a la sala cuando Stef le dice que le tiene una sorpresa.

—Gracias, Stef...

—Sabes que no hay problema —sonríe, pero noto que esconde algo detrás. Suspira, parece que va a decírmelo—. ¿Segura que es buena idea que vayas? No creo que...

—Es mi amiga, Stef... —me encojo de hombros—. Me ha elegido como su dama de honor y...

—¡Tía Stef! —grita Willow, las dos volteamos—. ¡Sale humo del horno!

—¡Oh no! —voltea a verme—. Nos vemos luego, Liv. Ve con cuidado.

Se apresura a cerrar la puerta y se va a intentar salvar lo que sea que se esté quemando.

Me voy, y noto que estoy más nerviosa que nunca. Las manos me sudan y me tiemblan al mismo tiempo mientras aprieto el volante.

Puedo con esto. No hay porqué hacerlo complicado. Sólo debo mantener la compostura.

Nosotros noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora