15. El mismo viejo amor

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"I'm so sick of that same old love, the kind that
breaks your heart. That shit, it tears me up. I'm so
sick of that same old love, my body's had enough".
                                                                                                                         -Same Old Love, Selena Gomez.

—No, papi —le quita la Barbie rubia de las manos y le pone correctamente las botas. Una morada y una rosa, porque perdió los pares hace mucho—. Es así.

Él frunce el ceño cuando ella le pasa la vieja lonchera morada de My Little Pony para que escoja algo de toda la ropa de muñeca que hay ahí.

En verdad que parece perdido, pero es tierno que a pesar de eso él siga jugando con ella.

—¿Cuál te gusta más? —ella saca un vestido azul y otro rosa, se los muestra.

—No sé —arruga un poco la frente—. Quizá el rosa.

Ella asiente entusiasmada con la cabeza, y se lo pone a la muñeca. Luego se la da.

No sé exactamente de qué va su juego. Pero, conociendo a Willow, seguro será de ir de compras y al salón de belleza.

Me acerco con un par de emparedados y dos vasos de limonada, los dejo sobre la mesa de centro.

—Gracias mami —me sonríe, y vuelve a mirar a Nate—. Ahora hay que peinarlas, le haré dos colitas. ¿Tú?

Él mira la muñeca, sin saber aún qué es lo que debe hacer exactamente.

—Quizá una coleta —dice, ella le pasa un peine miniatura color rosa. Él lo toma—. Si es que consigo averiguar cómo hacerlo.

Me pongo de cuclillas a un lado de Willow. Ella me mira.

—Cariño, ¿no crees que deberían hacer otra cosa? —noto que Nate también me mira—. Es día de tu papá, deberían hacer algo que a él le guste.

Ella voltea a ver a Nate, esperando su respuesta.

—Oh, no me molesta —asegura, y le sonríe—. De verdad, es divertido vestir Barbies.

Aprieto los labios para no reírme. Ni él se lo ha creído.

—Pero es Día del Padre —intento ayudarlo—. Podríamos ir al parque, o a comer a algún lado... No lo sé.

—No, de verdad —insiste él—. Esto es divertido.

Toma el sándwich, le da un mordisco.

—Gracias, está muy bueno —cambia de tema.

No insisto más, porque comprendo que lo que quiere es pasar tiempo con Willow. Sin importar si eso conlleva jugar con muñecas.

—Willow —la llamo, voltea a verme—. ¿No tienes algo que darle a tu papá?

Ella abre los ojos, acordándose. Asiente con la cabeza.

—¡Si! —se levanta disparada, deja la Barbie en el piso—. Ahora vuelvo papi.

Se va corriendo a su cuarto. Nate me mira.

—Esto es...

—Raro —complemento.

Sonríe.

—Iba a decir, nuevo —deja la muñeca en el suelo—. Es decir, nunca he celebrado un Día del Padre siendo papá.

Baja la mirada. Aparece la nostalgia, y también cierta añoranza.

Desde que llegó, lo noté un tanto desanimado. Por supuesto que lo entiendo, seguro es un día de contrastes para él. Por un lado, celebrará, y Willow seguro conseguirá sacarle más de una sonrisa. Pero por supuesto que este día le recuerda la pérdida de su padre.

Nosotros noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora