CONFUSIÓN [OMEGAVERSE]

20. Vegas

—Damn it! —Vegas tiró su celular contra el suelo, Nop se rehusaba a comunicarlo con Pete.

Su propio guardaespaldas le negaba el jodido derecho de hablar con su omega, quería traspasar la línea telefónica y agarrarlo a golpes. Pero no podía y aquello lo enfurecía doblemente, tuvo que conformarse con la palabra de Nop sobre Pete. Su omega seguía en casa, lo que ciertamente desesperaba más a su lobo. Porque estaba seguro de que Pete estaba sobrepensando, que sacaba sus propias conclusiones sobre lo que escuché. Y aunque posiblemente no eran erróneas, Vegas no quería que Pete se enterara de esta mierda.

No iba a soportar el rechazo de su omega, ni notar el asco en su mirada y sus esfuerzos por volver a alejarlo. Pete era su omega, su refugio. Perderlo y saber que lo vería con la misma repulsión de los demás lo enfermaba de furia, Vegas estaba errático y destrozaba la pantalla de su celular con cada pisada.

P' Tabaah escuchó las maldiciones de Vegas, se acercó hacia el balcón y tragó saliva asustado. —Khun Vegas, ¿sucedió algo?

—Preguntas si sucedió algo... —El tono de Vegas fue hostil, lentamente se giró hacia P' Tabaah. Las feromonas que desprendía eran aplastantes, P' Tabaah retrocedió instintivamente. —. ¡Tú, carajo! ¡Ni, aunque invirtieras tu peso en oro, me acostaría contigo!

Antes de que P' Tabaah respondiera, Vegas lo tomó del cuello. Quería asesinarlo, sus manos reaccionaban a ese deseo y el rostro de P' Tabaah empalidecía. El beta trataba de que Vegas lo soltara, las uñas de P' Tabaah se clavaban en los brazos de Vegas. Pero, Vegas no tenía intención de parar. Estaba ciego de furia, imaginando el desprecio de Pete.

No importaría si le dijera a Pete que nunca tuvo intenciones de enredarse con este beta, que solo planeaba embriagarlo y hacer que uno de sus guardaespaldas tomara el encargo de su padre. Su omega no se lo creería, Pete era obstinado y seguramente iba a preferir pensar lo peor de él. Y ello lo enloqueció aun más, todo lo que consiguió con él se fue a la mismísima mierda.

P' Tabaah iba a caer inconsciente, de no ser porque logró hacer caer un florero. Los guardaespaldas de Vegas entraron a la habitación por el ruido, corrieron hasta su jefe y lo apartaron de P' Tabaah. El beta tosió en el intento de recobrar el aliento, mientras que los guardaespaldas de Vegas se lo llevaban.

Vegas se zafó de ellos de un empujón, debió acabar con la vida de P' Tabaah. Tal vez, con la muerte del beta podría convencer a Pete de que nunca lo hubiera tocado, no desde que probó a Pete. Porque su interés solo lo tenía su omega, el mismo que ahora debería estar odiándolo.

Lo podía sentir por el vínculo. —Llévenme a casa, con mi omega.

Solo uno de sus hombres supo a dónde ir, él fue quien manejó rumbo a la casa de seguridad y el resto a cuidar de Macao.

El sol estaba a punto de salir, Vegas llegó hace unas horas a la casa de la seguridad. Estaba en su oficina encerrado, acabándose una botella de whisky. Esperaba que el licor hiciera efecto, que le diera la valentía para poder entrar a la habitación de Pete y enfrentarlo. Pero no creía que lo conseguiría, el miedo de encontrarse con el rechazo de su omega lo superaba -erizaba su piel. Pete estaba a unos metros de él, podía sentir su aroma desde la habitación y también su tristeza.

Su instinto le gritaba correr a sus brazos, tomarlo y nunca soltarlo. A su lobo, poco le importaba si era rechazado, solo quería asegurarse de que Pete estuviera bien, que lo odiara bajo su protección.

Nuevamente.

Vegas suspiró pesadamente, dejó la botella en la mesa y finalmente salió de la oficina. Su instinto era mayor que el miedo, cruzó la sala y la cocina ignorando por primera vez a la tía Pak. Estaba decidido a pelear por Pete, no dejaría que lo apartara y volviera a odiar. Pero su padre se interpuso, Khun Kan acababa de llegar a la casa de seguridad.