Capítulo 4

35 4 0
                                    



Después de la charla y del posterior almuerzo en donde Ron no asistió, Harry y Hermione se dispusieron a ir al Ministerio de Magia para hablar con Kingsley y recoger a Lestrange. Antes de irse, Hermione les mandó una lechuza a Draco Malfoy y a Cormac para reunirse todos juntos al día siguiente.

En la puerta, Bill cogió a Hermione del brazo y le dijo:

—Debemos compartir un beso para sellar nuestro compromiso. — dijo Bill mirando fijamente los labios de Hermione.

—De acuerdo— dijo Hermione titubeando.

Hermione se inclinó hacia él y se puso de puntillas mientras Billa la cogió por la cintura y presionó sus labios en un hermoso y largo beso. La respiración de Hermione se entrecortaba ya que los labios de Bill se amoldaban a los suyos, dominando totalmente el beso.

Una vez terminado el beso, Bill acarició suavemente las mejillas de Hermione y le dio un pequeño beso en la frente.

—Si hay algún problema no dudes en decírmelo, estaré aquí en casa haciendo los trámites necesarios y disponiendo todo para el mejor funcionamiento de la boda.

Hermione sonrió y asintió con la cabeza y se dispuso a irse con Harry. Bill se quedó en la puerta viendo como la pareja se iba, acariciándose los labios, sorprendido y un poco culpable porque había disfrutado de ese beso. La vida continuaba y aunque había querido mucho a Fleur, en el fondo de su corazón él sabía que no era el amor de su vida. Nunca había sentido ese cosquilleo que había sentido con Hermione al besar sus labios. Bill cerró la puerta con una sonrisa en sus labios.

"La vida me está dando una segunda oportunidad"

-0-

El Ministerio de Magia ya no era lo que antes, la cantidad de magos y brujas en el trabajo había mermado considerablemente; antes había que tener cuidado en no chocarse y ahora había pasillos enteros totalmente desiertos. Muchos de los departamentos solo tenían como máximo 5 personas y algunos de ellos se habían fusionado por falta de personal. En definitiva el Ministerio de Magia tenía un aspecto desolador, al igual que toda la comunidad británica de magos.

Harry y Hermione llegaron a la puerta en donde un mago con aspecto aburrido estaba sentado en la mesa de recepción, custodiado por dos aurores con aspecto feroz. Cuando los dos se acercaron, el recepcionista los miró y con voz aburrida pregunto:

— ¿Nombre?

—Somos Harry Potter y Hermione Granger— el recepcionista los miró con la boca muy abierta ya que tenía ante sí dos miembros muy importantes contra la lucha de Voldemort, pero aun así no dejo que su sorpresa se mostrara en su voz.

— ¿Motivo de la visita?

—Debemos ver al Ministro por el asunto de la Ley del Matrimonio y para reclamar un mortífiago también según dicha ley. —dijo Harry

Hermione asintió y saco su hoja de certificado de matrimonio en donde estaba la orden de sacar a Lestrange de la cárcel como marido de Hermione.

El auror se acercó y cogiendo el certificado le echó varios hechizos de comprobación y al comprobar que estaba todo en orden, selló la hoja y se la desvolvió a Hermione.

—Siento mucho todo esto señor Potter, el equipo de aurores sabemos bien que usted junto con otros compañeros luchó duramente para meter esa escoria en la cárcel. —masculló con rabia el auror.

—Para ver al señor ministro debe coger el segundo ascensor a la derecha y la primera puerta que se abra, ponga el certificado de matrimonio y el ministro le estará esperando. Para el señor Lestrange— dijo el recepcionista cambiando la voz a una más de asco— debe ir al departamento de aurores, ellos os indicarán que hacer. Que pasen un buen día.

Siete para mí (Harry Potter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora