Capítulo 17

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¡OJO LEMON!

Capítulo 17

Bill y Hermione se quedaron a solas en la habitación cuando Harry y Draco cerraron la puerta. Bill rápidamente sacó su varita y echó unos cuantos hechizos silenciadores para que nadie escuchara su conversación. Quería que solo quedara entre ellos dos.

— ¿Qué quieres Bill? —dijo Hermione sentada en la cama con los brazos cruzados y con una cara de enfado ya que no olvidaba las duras palabras que le había dicho en la sala.

—Tienes que entenderlo Hermione, no estoy en mi mejor momento, solo hace seis meses que perdí a mi esposa y a mi hijo no nacido. Esta situación es exasperante, me ha obligado a casarme con la mejor amiga de mi hermano, con una chica que apenas conozco en profundidad. —dijo Bill exasperado.

—Claro, porque yo lo he tenido muy fácil, ¿verdad? Mis padres están en un lugar de Australia sin saber que tienen una hija, acompañé a mi mejor amigo por toda Inglaterra para poder derrotar a Voldemort, trabajé arduamente en una poción junto con otros para eliminar el Pugartio mientras veía como amigos y conocidos morían por esa enfermedad y después me obligan a casarme con siete hombres. —dijo Hermione levantándose y temblando de rabia.

—Mi vida no ha sido fácil tampoco, así que no me hables de esa manera tan condescendiente. —dijo Bill con furia.

— ¿Si? ¿Acaso se metían contigo en Howarts por tu sangre sucia? ¿o tus padres a veces no sabían que hacer ni que decir porque eras una bruja? —dijo Hermione acercándose a él muy furiosa.

—Sí, puede que yo fuera un sangre limpia, pero era pobre y mis padres no tenían suficiente dinero para los útiles de Howarts, mis padres lo compraban de segunda mano y tuve que hacer un duro camino para que los chicos me respetaran.

—Si pobre niño que tuvo la magia desde siempre, que nunca se sintió como un bicho raro en su niñez por las cosas raras que pasaban a su alrededor. —dijo Hermione exasperada mientras iba a la ventana.

—No es mi culpa que la magia sea así de caprichosa. —dijo Bill mientras se sentaba en la cama, se sentía impotente, él había venido a disculparse y ahora tenía un problema mayor ya que la conversación estaba derivando y empeorando.

—Si claro, mi vida ha sido de color de rosa, no seas intolerante conmigo William. No te obligaré a nada, así que ya puedes irte. —dijo Hermione enfadada señalándole la puerta.

De pronto Bill se enfadó, el lobo latente que había en su interior desde la noche que Fenrir lo mordió tomó partido en su interior. El hombre lobo lo había mordido cuando todavía era un humano, por eso no había desarrollado la enfermedad, solo algunos gustos como la carne cruda, no podía oler ciertos olores y cuando había luna llena podía sufrir de malhumor, pero nada más. Gracias a su técnica y a su rápida actuación, solo había ganado algunas cicatrices en el pecho, pero su personalidad estaba intacta, hasta ahora. El lobo latente de su interior solo aparecía en situaciones muy estresante, como cuando le dieron la noticia de que Fleur había muerto llevándose consigo al bebe. En ese momento, solo huyó del lugar y se fue al bosque en donde lloró, pataleó y mató a cualquier ser viviendo que se le acercara, peleó con un oso y lo mató sin remordimiento ya que era su duelo y era la única forma que sabía para poder tranquilizarse y poder sanarse.

Y ahora seis meses después, la ira de Bill burbujeaba, es cierto que no le iba a hacer daño a Hermione, pero tenía ganas de callarle y de darle unos azotes por ser una niña insolente con él, por ser terca y por no entrar a razones. Bill se acercó a Hermione y la cogió en volandas para llevarla sobre la cama.

Siete para mí (Harry Potter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora