capitulo trece

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«El señor Louis tomlinson III y su esposo tendrán el honor de recibir a usted en la cena que para celebrar el 60.º aniversario del señor Barrett, tendra lugar al sábado 6 de marzo a las 19 horas.

Dover House, Ipswich, Massachusetts

R. s. v. p.»

-¿Y bien? -pregunto Harry.

-¿Todavía me lo preguntas?-repliqué.

Estaba en medio de la abstracción de El Estado contra Percival, un crucial precedente en Derecho Penal. Harry agitaba ante mi la invitación para joderme.

-Creo que ya es tiempo, louis -dijo.

-¿Para qué?

-Para lo que tú sabes muy bien -contesto-. ¿Acaso tiene él que arrastrarse hasta aquí sobre sus manos y rodillas?

Seguí trabajando mientras el trataba de convencerme.

-Lou, él te está buscando.

-Tonterias, Harry. Mi madre escribió el sobre.

-¡Pensé que dijiste que ni lo habías mirado! -dijo casi gritando.

Okay, reconozco que le había echado un vistazo. Tal vez se me habia borrado de la mente. Yo estaba, después de todo, en medio de la abstracción de El Estado contra Percival, y bajo la virtual sombra de los exámenes. La cosa era que terminara con su perorata.

-Amor, piensa -dijo en un tono casi de suplica-. ¡Sesenta malditos años! Nada afirma que él esté aquí cuando tú estés finalmente dispuesto para la reconciliación.

Informe a Harry en los términos más simples que nunca habría una reconciliación, y que por favor me dejara continuar estudiando. Se sentó silenciosamente, encogiéndose en un rincón de la banqueta donde yo tenía puestos mis pies. Aunque no hacía ningún ruido, enseguida me di cuenta de que me estaba mirando con mucha intensidad. Levante la vista.

-Algún día —dijo-, cuando Louis V te moleste a ti....

-¡No se llamará Louis, de eso puedes estar segura!- le largué. Él no alzó la voz, aunque generalmente lo hacia cuando yo lo hacía.

-Escucha, Lou, aunque lo llamemos Bozo el Payaso, ese chico va a estar resentido porque tu fuiste un gran atleta de Harvard. ¡Y para la época en que esté en su primer año, tú habrás llegado probablemente a la Corte Suprema!

Le dije que nuestro hijo nunca se resentiría conmigo. Él me preguntó cómo podía estar tan seguro. Yo no pude demostrárselo. Es decir: simplemente sabía que mi hijo no se resentiria conmigo, pero no podía decir precisamente por qué. En un absoluto non sequitur, Harry hizo notar después:

-Tu padre también te quiere, Amor. De la misma manera que tú vas a querer a Bozo. Pero los Tomlinson son tan asquerosamente orgullosos y competitivos, que irán por la vida pensando que se odian mutuamente.

-Si no fuera por ti -dije irónicamente.

-Si -dijo él.

-El caso está cerrado -dije, siendo después de todo, la cabeza de la familia. Mis ojos retornaron a "El Estado contra Percival", y Harry se levantó. Pero entonces recordó.

-Todavía queda el asunto del RSVP.

Desconté que una graduada en música de Radcliffe, probablemente sería capaz de componer una pequeña negativa al RSVP sin una guía profesional especializada.

-Escucha, Louis -dijo-. Yo probablemente he mentido y hecho trampas en mi vida. Pero nunca he herido deliberadamente a nadie. No creo que pueda.

Realmente, en ese momento él solo me estaba hiriendo a mí, de modo que le pedí educadamente que manejara el rsvp de la manera que quisiera, siempre y cuando la esencia del mensaje fuera que nosotros no apareceríamos aunque se congelara el infierno. Retomé una vez más "El Estado contra Percival".

Love Story [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora