capitulo doce

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Esta es una historia originalmente hetero, entonces hay menciones de bebés y embarazos entre esta pareja, para no tener que eliminar su mencion absoluta pues quisiera que el embarazo en los hombres aquí sea normal (no todos los hombres, solo algunos).

                                 [...]

Si una sola palabra puede describir nuestra vida diaria durante esos tres primeros años, la palabra es rascarse el bolsillo. Estando despiertos, no pasábamos un momento sin concentrarnos en qué hacer para conseguir suficiente dinero como para cualquier cosa que necesitáramos. Generalmente vivíamos a nivel de quiebra. No hay nada romántico en eso, al contrario. ¿Recuerda la famosa estrofa de Omar Khayam? Usted sabe: esa según la cual basta un libro de versos bajo la rama del árbol, el pedazo de pan, el cántaro de vino y demás. Sustituya Venta al fiado por ese libro y verá cómo la poética visión aniquilaba mi idilica exist encia. ¿¡Paraiso, eh? No, mentira. Todo lo que pensaba era cuanto podía costar el libro (¿lo conseguiríamos de segunda mano?) y dónde, si en alguna parte podría poner en cuenta corriente el pan y el vino. Y cómo podríamos entonces, por último, conseguir el dinero para pagar nuestras deudas. La vida cambia. Aún la más simple decisión debe ser escudriñada por siempre vigilante comité de presupuesto de tu mente.

-Eh Louis, vamos a ver «Becket» esta noche.

-Tengo tres roñosos dólares.

-¿Qué quieres decir?

-Quiero decir un roñoso dolar y medio para ti y otra roñoso dolar y medio para mi.

-¿Eso es si o no?

-Ni una ni otra cosa. Sólo significa tres roñosos dólares.

Nuestra luna de miel trascurrió en un yate y con veintiún chicos. En efecto. Yo guiaba un Rhodes de treinta y seis pies desde las siete de la mañana, hasta que mis pasajeros se cansaran, y Harry se dedicaba a cuidar los chicos. Era un lugar llamado Club Náutico Pequod, en Dennis Port (no lejos de Haynnis), establecimiento que incluía un gran hotel, una marina y varias docenas de casas en alquiler. En uno de los bungalows más pequeños, yo habia clavado una placa imaginaria: Louis y Harry durmieron aquí cuando no estaban haciendo el amor. Creo que fue un tributo para ambos que después de un largo dia de ser atentos con nuestros clientes, porque en buena medida dependíamos de sus propinas para nuestros ingresos, Harry y yo no fueramos nada atentos el uno con el otro. Digo simplemente atentos, porque me faltan vocablos para describir cómo es amar a Harry styles y ser amado por Harry styles. Perdón, quiero decir Harry tomlinson.

Antes de partir hacia ese lugar, encontramos un apartamento barato en Cambridge Norte, aunque la dirección correspondía técnicamente a la ciudad de Somerville y la casa estaba, según Harry la describía, en estado de ruina. Originalmente había sido una estructura para dos familias, convertida ahora en cuatro departamentos sobre valuados, aún para su barato, alquiler. ¿Pero que diablos podían hacer dos estudiantes graduados? El mercado es de los vendedores.

-Eh. Lou ¿por qué piensas que los bomberos no han clausurado este lugar? -preguntó Harry.

-Probablemente han tenido miedo de entrar -dije.

-Yo también.

-No lo tuviste en junio -dije.

(Este diálogo tenia lugar después de nuestro regreso, en septiembre).

-Entonces no estaba casado. Hablando como un hombre casado, considero que este lugar es peligroso a cualquier velocidad.

-¿Y qué piensas hacer?

-Hablar con mi marido -dijo-. Él se ocupara.

-Eh, tu marido soy yo -dije.

-¿De veras? Pruebalo.

Love Story [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora