||Cap 1||

2.1K 174 17
                                    

Mi nombre es Tay-Hing tengo 17 años y estudio en la preparatoria Bunkson, una preparatoria de brabucones, en la que tienes que ser el número uno si quieres sobrevivir, y yo... Yo me gane ese puesto.

Y por si se lo preguntan... Si se pelear, tengo tres tipos de lucha; Taekwondo, Box y Judo, cuando era más pequeña un anciano me enseñó a defenderme, por ende me hizo aprender este tipo de artes marciales, si no fuera por el no hubiera sobrevivo en la calles de Corea.

Por mi cuenta tuve que aprender ballet y Gimnasia así que me convertí en una chica muy atlética, pero para mí lastima soy muy perezosa.
Viví con el durante díez años hasta a qué fue internado en un hospital, nunca súper con exactitud que le sucedió.

Cuando tenía siete años escape del orfanato en el que estaba, corrí por dos horas por las grandes calles de Corea hasta que se hizo de noche, al no encontrar donde resguardarme por la noche decidí meterme a un pequeño callejón por el que pasaba, pasaron las horas y yo seguía en aquel callejón, veia el exterior del callejón desde el interior de una caja en la que me había metido, veía como la gente pasaba sin dar un vistazo hacia adentro del callejón, quizás yo tenía un poco de esperanzas de que alguien de buen corazón me encontrará allí adentro y me ayudará, pero al parecer era mucho para tan poco.

La helada noche llegó en cuestión de minutos que junto con esta, una medianamente fuerte lluvia empezó a llegar. Tenía demasiado frío, también tenía hambre y... Quería llorar.

¿Por qué este tipo de cosas me suceden a mi?

En el orfanato siempre me decían "¡Eres muy hermosa, Tay! No entiendo por qué dices que eres infeliz" o el típico, "eres hermosa, alegrate".

¿De que me sirve ser hermosa en este tipo de situaciones?

Tengo... Tengo miedo.

Cerré los ojos un momento intentado descansar la vista, pero unos quejidos provenientes de afuera del callejón me hicieron abrir los ojos nuevamente, salí de la pequeña caja en la que me refugiaba y me asome por el callejón, pude ver a un anciano cojeando débilmente, me importo poco que estuviera lloviendo, salí del callejón y me acerque con cuatela al señor.

—Di-... Disculpe, ¿Está bien? —Pregunte temerosa, no sabía si iba a hacerme algo así que mantuve mi distancia. El anciano solo volteo a verme, en su cara había notorio dolor, ¿Que le sucedió? ¿Se habrá caído?

—¿Que hace una mocosa a altas horas de la noche en la calle? —Me pregunto evadiendo totalmente mi pregunta.

—Yo... No tengo a dónde ir, ¿Usted está bien? —Pregunte nuevamente al ver que el anciano se recargaba en la pared.

—Estoy bien, niña. Vuelve a casa con tus padres. —Gruño el anciano nuevamente intentando caminar, pero este al intentar volver a caminar su pierna flaqueo haciendo que cayera al suelo. Yo solté un pequeño grito ahogado y me apresure a arrodillarme en frente de el para ofrecerle mi mano, el a regañadientes la acepto.

—¿Seguro que va a estar bien, señor? —Pregunte con un poco de preocupación, se veía que la lluvia no iba a parar dentro de un largo tiempo y el hombre no estaba en condiciones de caminar. —No se diga más, ¡Lo ayudaré a llegar a salvó a su casa! —Me decidí.

—¿Que dices, mocosa? Estás muy flaca y pareces no haber comido en días, ¿De que me vas a servir? Si te soplo sales volando.

—¡Que anciano más grosero! —Grite enojada. —¡Si me veo así de flacida es por qué en el orfanato no me daban de comer! —Volvi a gritar, pero está vez un poco más frustrada, tenía demasiada hambre. Mis últimas palabras al parecer rebotaron en la cabeza del anciano ya que sus ojos se abrieron como si de dos platos se tratarán, pero en cuestión de segundos volvió a su ceño de viejo gruñón.

❮𝐏𝐑𝐎𝐃𝐈𝐆𝐈𝐎❯              𝘾𝙝𝙚𝙨𝙝𝙞𝙧𝙚 ❦ •ᵗᵃᵉʰᵒᵒⁿˢᵉᵒⁿᵍ × ᵒᶜ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora