Tay Hing, una prodigio en variedad de artes marciales decide unirse a la compañía de Yoo Hoobin solo por qué el le dió la paliza que nunca antes le habían dado.
Al unirse a la compañía se vuelve a encontrar con Taehoon Seong, quien fue su "amigo" du...
Camine a paso lento hacia mi casa, mis ánimos bajaron de una manera impresionante.
Nunca creí que me encontraría a Emily en el dojo, y nunca pensé que Taehoon fuera el maestro de Emily.
¿Por qué a ella si y a mi no?
Bueno... Aún que la verdad tiene sentido, no soy ni la mitad de bonita de lo que es Emily dentro del estereotipo coreano.
A parte ella no es tan fastidiosa como yo, quizás es por eso. Pero aún así no me rendiré con que Taehoon me de clases, solo necesito cinco clases por lo menos... ¡Daré lo mejor de mi!
Pero... ¿Que haré con Emily? Parece que a ella le gusta Tae y no dejara qué me acerqué a él tan fácil, es más probable que me dé una paliza antes de que logre hacer que Taehoon me de clases privadas.
No importa, ya veré como me las arreglaré, de todos modos a mí me da igual Taehoon en el tema romántico, es muy brusco y grosero como para que tuviera una novia, la cara bonita que tiene es un completo desperdicio con su carácter de perro rabioso.
Emily fue mi primera "amiga" en el instituto, pero todo fue parte de una broma que planearon ella y sus amigas, fui tan ingenua.
Amable e ingenua.
Emily es una chica muy linda, con apariencia inocente. Ojos azules y facciones muy finas, su cabello es castaño y es muy palida, típica chica de la élite, así es, así es ella.
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Llegué a mi casa y mi viejo no estaba, me prepare algo rápido de comer para luego de eso alistarme para las clases en el dojo, tendría que ir de nuevo allí. Espero que Emily ya no esté.
Cuando termine de comer me levanté y lavé mis platos, luego fui al baño a darme una ducha con agua fría para aclarar mis ideas, al salir de la bañera seque mi cuerpo y mi cabello lentamente, salí del baño y fui a mi cuarto para cambiarme, coloque mi ropa interior y mi uniforme de taekwondo, arriba de este me puse la misma sudadera negra que siempre utilizó, tomé mi mochila y ahí adentro guarde lo que siempre llevo, solo que esta vez metí un botiquín de emergencia por si me lastimaba tener que curarme yo y no el idiota de Taehoon, tomé mis cosas y me encamine a la cocina, tomé una botella de agua y la guarde en mi mochila para por fin poder emprender camino a mi destino, al salir de la casa agarré mi celular y mis audífonos y me perdí en mi mundo en camino al dojo.
