Su amado Neji había muerto en aquel accidente provocándole a Naruto la llegada del infierno. Ésto se debió a que los Hyuuga los arrojaron a la calle tanto a él como a su pequeño niño llamado Boruto.
No bien acabó el funeral de Neji Hyuuga, el líder del clan les exigió a Naruto y a su hijito abandonar la mansión de los Hyuuga inmediatamente, sin derecho a ir a ninguna de las residencias que tuvo Neji.
El rubio se fue a los suburbios, donde alquiló un departamento de mala muerte. Allí vivió un par de años, trabajando a full todo el tiempo.
Pero una tarde Naruto recibió una carta, donde se le informaba que su difunto padre poseía una mansión que por derecho la heredaría, junto a su pequeño hijito de seis años de edad.
Cuando llegó para instalarse, lo recibió el abogado quien le informaba que no era el único dueño, ya que su padre la compró junto con un Hyuuga, quien también había muerto.
Aquello lo asombró, ya que el líder del clan Hyuuga reclamaba la mansión y la pequeña fortuna exclusivamente para él. Su intención era dejar a Naruto en la calle total por haber osado enamorar a alguien como Neji y tener un hijo con él.
Naruto empezaba a asustarse debido a que desconocía las cuestiones legales, cuando un pelirrojo de ojos turquesas entró en esos instantes para defender los derechos del rubio.
Sosteniendo una carpeta el recién llegado se presentó como el abogado Gaara Sabaku.
— Representaré a Naruto Uzumaki en ésto — decía el pelirrojo — Mi cliente tiene más derecho legal que el suyo sobre ésta propiedad y fortuna.
Luego de un arduo momento, bastante tedioso para Naruto, Gaara logró alejar las pretenciones injustificadas del líder del clan Hyuuga. Naruto se quedaría con esa pequeña fortuna por derecho propio.
Cuando el otro abogado se fue, quedando Gaara y Naruto solos, el pelirojo le dijo que el mismo Neji lo había contratado para que vele por el rubio, ya que sabía que su tío haría lo imposible por destruir a su amado y a su hijito.
— Neji sabía que te falló al no casarse contigo, dandote así derechos legales y sólidos. Por eso me pidió que velara por tí y tu hijo. Y eso es lo que haré, después de todo Neji fue un gran amigo.
Naruto respiró aliviado y sonrió. Le presentó a Boruto tras invitarlo a cenar. El mayordomo le informó lo necesario de la mansión.
El rubio sabía cómo desenvolverse en ese ambiente, ya que junto a Neji hubo aprendido a hacerlo. Gaara miró a Boruto y sonrió con intensa ternura. Naruto los presentó sonriendo felíz.
Ambos conversaron hasta altas horas de la noche, mientras Boruto dormía en el sillón junto a la chimenea encendida.
Naruto y Gaara reían pasandola más que bien. Gaara lograba que el rubio pueda relajarse en verdad. Al pelirrojo le fascinaba ver al pequeño Boruto sintiendose tristemente felíz.
— Toma Naruto — Gaara le entregó su tarjeta — Agendame y llamame ante cualquier cosa.
— Gracias Gaara lo haré.Ambos conocieron a Neji y lo quisieron desde diversos puntos. Cuando el pelirrojo se fue, Naruto sentía que había ganado una gran batalla, y a su vez conoció a una gran persona.
Sosteniendo a su hijito en brazos pensaba, mientras se dirigía a la habitación de Boruto, en Neji. Su amado le había enviado, al parecer, a Gaara Sabaku para que los cuidara a él y a Boruto.
Acostó a su pequeño, le colocó el pijama y lo tapó. Tras besarlo en la frente, se fue a su propia habitación donde tras acostarse pensó en Gaara hasta quedarse dormido.
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Terco Corazón ~ GaaNaru ~ BoruShin ~
FanfictionSe amaban con locura pero una cruel amenaza los separó. Once años después el destino los vuelve a reunir, sin embargo el peso de una traición se interpone entre ellos. Gaara no pudo evitar alejarse de su dorado amor debido a una oscura amenaza. Naru...