Terco Corazón ~ GaaNaru ~ BoruShin ~

Encuentro

La presentación del nuevo libro de Naruto era ese día, el rubio firmaba autógrafos más de lo que podía respirar, sus fans se desesperaban por saber cómo seguía la saga del Asesino De La Cinta Azúl.

Habían pasado varias horas firmando autógrafos y dedicatorias y en verdad estaba exausto. Fotografías, entrevistas y más autógrafos.

Sus hijos estaban allí, los gemelos, quienes corrían por doquier jugando con otros niños pasandola estupendamente bien. Reían y se divertían.

Boruto tenía clases y por un pelinegro motivo no quiso perderse la emocionante clase del día. Cuando Shinki y él se volvieron a ver, el pelinegro desvió la mirada y siguió su camino rumbo a su asiento.

Pero no acababa de sentarse, cuando Boruto se sentó a su lado con una luminosa sonrisa. Shinki respiraba entrecortado debido a los nervios que sentía.

— Ánimo Shinki, no te morderé
—¿Qué?
—Parece que te va a dar un ataque ¿sabes?

Su sonrisa le quitaba el aliento y a su vez lo confundía bastante. Nunca antes tuvo esas emociones por tal razón no sabía cómo actuar.

Transcurrida la clase ambos salieron sonriendo. Boruto había ido en colectivo a la universidad debido a que su auto estaba en el taller privado de la familia.

— Permiteme llevarte ésta vez en mi auto a tu casa Boruto.
— De acuerdo Shinki, pero no iré a casa. Mi papá está en la presentación de su nuevo libro.
— Perfecto.

Así ambos subieron al auto y se perdieron en la noche. Ambos conversaron de todo un poco, riendo de ocurrencias y demás situaciones.

Cuando llegaron, Shinki detuvo el auto pero no abrió el seguro. Se perdió en los celestes ojos del rubio. Sus respiraciónes se entrecortaron.

Boruto acarició la pálida mejilla de Shinki mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Al rubio le encantaba ese azabache, tan misterioso como tímido.

—¿Q-Qué....? — empezó a decir Shinki, pero el rubio le colocó el dedo índice en sus labios.
— Shhhhh — era sensualmente excitante y a Shinki empezaba a enloquecerlo - Tranquilo galán, a mi me gustan los detalles y el romance ¿sabes?

Shinki lo abrazó con fuerza respirando entrecortado, se sentía mega confundido y a su vez felíz de haberlo conocido.

— ¿Quieres entrar conmigo?
— Me encantaría Boruto, en verdad. Pero mi padre me tiene prohibido ir a otro sitio aparte de la universidad. Debo estar en casa aunque él no se encuentre allí.

— En ese caso tendré que ir a tu casa un día de éstos Shinki.
— Me encantaría Boruto.
— Pero estás bastante grandecito para que tu papi te cuide así ¿no lo crees Shinki?

— Quizas algún día lo entiendas. En fin, se hizo tarde para mí.
— De acuerdo ceniciento. Hasta mañana entonces.

Boruto bajó del auto. Shinki se fue inmediatamente. El rubio esperó hasta perderlo de vista, luego entró al hotel.

La presentación estaba a pleno momento, no tardó en ver a sus hermanos correr por doquier.

—¡Boruto! — exclamaron a coro los dos y corrieron a abrazarlo.
—¿Se están divirtiendo chicos?
—¡Si! — exclamaron a coro los dos.

Los tres se adentraron al lugar riendo felices. En otro sitio se encontraba Naruto quien acababa de firmar el último autógrafo. En verdad estaba exausto. Necesitaba un trago y respirar paz.

Se levantó y se fue al sector de los tragos. Fue allí donde lo vió otra vez, once años después. Gaara Sabaku.

Ambos se miraron en silencio, de repente el ruido que los rodeaba había desaparecido quedando solo ellos dos. Sus respiraciones se entrecortaron y sus corazones latieron a mil por segundos.

—Naruto, después de tanto tiempo nos volvemos a ver.
— Gaara — la voz del rubio fue dura.

Súbitamente se le vino el recuerdo de cuando lo traicionó hechandolos a él y a su hijo Boruto a la calle, mostrándo ser hombre del monstruo aquel llamado Hyuuga.

El dolor y la intensa desolación afloraron una vez más. Aquello no podía ser cierto.

—¿Qué demonios haces aquí Gaara Sabaku?
— Un amigo me convenció de acompañarlo a éste evento. Nunca imagine encontrarte a tí....Naruto. Hay tanto que debo decirte.
— Lo imagino.