Es Amor

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Naruto y Gaara empezaron a frecuentarse bastante seguido. Gaara ayudaba a Boruto con las tareas escolares, jugaba con el pequeño también. Así rápidamente se ganó el cariño del niño.

Alegraba a Naruto con su presencia, sus palabras de aliento y su protección legal, ya que los Hyuuga siempre intentaban darle sus zarpasos legales.

Incluso Gaara le ofreció a Naruto trabajo en su oficina siendo su secretario. Aquello dignificaba al rubio, ya que volvía a sentirse útil.

Gaara en verdad se esforzaba por brindarle a Naruto y al pequeño Boruto lo mejor. Esto fue llegando al corazón del rubio, quien poco a poco se fue enamorando del pelirojo muy a su pesar.

Sin embargo Naruto no quería iniciar una nueva relación debido a que seguía amando a Neji. Pero la pasaba tan bien con Gaara que cada vez le costaba más ocultar su amor por él.

Esa tarde Naruto y Boruto estaban en la biblioteca donde el padre le leía al hijo un cuento. A Boruto le encantaban las historias y en especial oír a su papá cómo se las leía.

Parecía que el dolor y la pobreza habían desaparecido al fin de sus vidas. Aquello aliviaba a Naruto y alegraba a Boruto quien disfrutaba asistiendo al colegio privado, teniendo amigos y practicando deportes.

Pasaron tres años en los cuales todo fue alegría para ambos, quienes adoraban a Gaara. Pero Naruto aún tenía sus reservas, aunque el pelirojo había empezado a romper esa barrera que el rubio puso.

Gaara solía acudir seguido a la residencia de Naruto donde pasaba tardes enteras junto a ambos rubios. Boruto tenía su grupo de amigos con quienes compartía muchas cosas.

Naruto, esa tarde entraba a la oficina de Gaara con varios papeles. El pelirojo cerró con llave la puerta para avalanzarse al rubio desesperadamente. Lo besó con salvaje amor sintiendose muy necesitado de su persona.

Naruto no pudo seguir sosteniendo esa máscara de indiferencia, y se dejó llevar. Ambos se amaban con locura, allí mismo lo demostraron sin remordimiento alguno.

Gaara lo penetró con suavidad, pero poco a poco sus embestidas fueron aumentando de nivel. Naruto se aferró a él con desesperación.

Momentos después ambos yacían en el suelo desnudos y abrazados.
— Gaara ¿me tú me amas? — como respuesta el pelirojo lo abrazó con fuerza mientras lo volvía a besar acariciando su cuerpo.

— Por supuesto que sí, te amo Naruto.
— Mi amor, me encanta escucharte decirme eso. Porque Boruto y yo no solo te amamos sino que ya te concideramos parte de nosotros. Somos una familia.

Algo en Gaara lloraba amargamente al oír a Naruto decirle eso, pero otra parte de su persona se sentía felíz. Tras vestirse nuevamente, los dos siguieron con el trabajo diurno.

Al salir esa tarde, el rubio le pidió al pelirojo ir a su mansión a cenar. Gaara aceptó felíz. Pero al llegar el mayordomo le entregó a Gaara una nota que llegó para él.

El pelirojo frunció el ceño al verla clavandole la mirada al mayordomo quien permanecía impávido. Naruto no se dió cuenta de nada ya que no bien llegó fue en busca de su hijo.

A medida que Gaara iba leyendo la carta su palidez iba en aumento. Cuando concluyó respiraba entrecortaxo.

— ¿Cuándo trajeron ésto? — quiso saber Gaara pero el mayordomo se limitó a responder
— Será mejor que se de prisa o será demasiado tarde....señor Sabaku.

Gaara apretó los labios con fuerza, mientras guardaba la carta en su bolsillo e iba en busca de Naruto. Al verlo abrazando a Boruto sonriendo ambos felices, sintió una puntada de dolor en su pecho.

Haciendo uso de su voluntad se colocó la máscara de la calma y le dijo:
— Naruto me surgió una urgencia con un cliente. Debo irme.

El rubio lo miró con decilusión, pero Gaara se marchó prometiendole compensarselo. Al quedar solo, Naruto sintió una gran tristeza sin saber por qué. Suspiró hondo al darse cuenta que estaba dejando que Gaara entre a su corazón.

Terco Corazón ~ GaaNaru ~ BoruShin ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora