El Sol Y La Sombra

169 26 0
                                    

Gaara era uno de los más brillantes abogados, famoso por haber logrado hacer caer a una familia completa perteneciente a la aristocracia. Los Hyuuga.

Comenzó por su líder a quien lo hizo sentenciar a muerte y siguió con todos y cada uno de sus miembros, logrando así quedarse con sus bienes y fortuna.

Tras haber padecido en manos del lider de esa familia, el secuestro de su hijo, amenazas y estorciones, optó por vengarse en lo que más sabía que iba a dolerle.

Su fortuna y prestigio. Ahora, once años después, no existía ningún Hyuuga entre los aristócratas. Los escasos sobrevivientes son indigentes.

Pero nada logró atenuar el intenso dolor que Gaara sentía al haber tenido que traicionar a su tan amado Naruto. Por más que lo buscó junto a Boruto, nunca los pudo encontrar.

Ésto lo volvió alguien duro, frío y distante siendo temido por todos, salvo por su hijo Shinki quien era el único que conocía al verdadero Gaara, que solo lloraba debido al intenso dolor que padecía en su alma.

Luego del secuestro Shinki no volvió al colegio, ya que su padre les pagaba a los mejores tutores para que fuesen a casa a enseñarle. Así su cultura y conocimiento fue desarrollándose e intensificandose a lo largo de los años.

Cuando acabó el secundario, eligió asistir a la universidad a estudiar abogacía, ya que anhelaba ser como su padre a quien admiraba y quería muchísimo.

Shinki conocía la historia de los Uzumakis debido a que su padre se la relató varias veces. Sabía de su dolor por haberle fallado a Naruto y a Boruto.

Pero esa tarde todo estaría a punto de cambiar con la llegada de un nuevo estudiante a la universidad, que cursaría la misma carrera que Shinki y las mismas materias que el pelinegro.

No bien entró al anfiteatro aquel rubio que brillaba como el sol, Shinki quedó onubilado. De echo no prestó atención a la clase debido a esa hermosura de ojos celeste. Cuando acabó la clase todos se levantaron para abandonar el lugar.

Pero Shinki se le acercó sorprendiendolo, ambos se miraron unos instantes en silencio. Pero Shinki lo rompió diciendo:

— No eres de por aquí ¿verdad?
— En efecto

— Bienvenido entonces — le extendió la mano — Mi nombre es Shinki, es un gusto conocerte

— Gracias, soy Boruto — su sonrisa le disparó el corazón Shinki.

Ambos fueron a la confitería de la universidad a tomar algo juntos, de paso se conocían. Shinki fue creando el climax para que Boruto se relaje y se sienta mejor.

El tiempo voló y pronto tuvieron que ir a la siguiente clase. Coincidían en la mayoría de ellas, salvo una materia que Boruto debía cursar pero Shinki la tenía aprobada.

Llegada la noche, el pelinegro se ofreció a llevarlo a casa pero Boruto no lo aceptó. Sentía que ese hermoso pelinegro iba en extremo rápido para su gusto. Apenas eran conocidos, ni siquiera amigos.

Se separaron y cada quien se fue por su lado. Shinki no se reconocía a sí mismo ¿desde cuándo se mostraba tan necesitado? Empezaba a sentir vergüenza de sí mismo.

— Seguramente lo espantaste Shinki — se decía a si mismo una vez solo dentro de su auto — Felicidades, menudo idiota — arrancó y se perdió en la noche.

Boruto contempló a Shinki partir en su auto con una sonrisa. Aquel pelinegro era en verdad su tipo, pero no le gustaba su desesperación. El rubio prefería ir paso a paso, amaba los detalles y el romance.

¿Romance? Boruto mismo se asombró por el rumbo en que estaban tomamdo sus pensamientos. Vaya, y pensar que estaba culpando a Shinki por ir en exceso rápido.

Moviendo la cabeza se subió a su auto y se fue. Debía volver a casa, lo más pronto posible o su papá empezaría a preocuparse.

— Con que Shinki ¿eh? Eres más que interesante....Shinki.

Terco Corazón ~ GaaNaru ~ BoruShin ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora